Esto explica que el precio sea superior que el que se maneja en el mercado semanal, de entre 400 y 500 euros el kilo, porque esta producción es sin seleccionar.
"Se trata de un producto caro pero que con muy poco, 5 o 7 gramos, se puede enriquecer mucho cualquier plato", resalta Julio Perales, presidente de la Asociación de Truficultores de Teruel.
Las condiciones de este año han hecho que la producción sea escasa porque en las hectáreas sin regadío prácticamente no se ha recolectado nada pero donde han regado y se han empezado ahora a recolectar, la calidad es excelente, subraya Perales.
El responsable de la asociación de truficultores no apunta cifras de previsión de producción, pero el descenso puede ser de entre un 25 y un 50 por ciento en estas plantaciones de regadío.
Treinta expositores muestran hasta el domingo en esta feria la oferta comercial necesaria para las distintas partes del proceso de la trufa, desde los viveros de plantas, sistemas de riego, recolección y productos elaborados.
También hay charlas y exhibiciones de recogida de trufa con perros y jabalíes, entre las distintas actividades programadas por los organizadores.
La cifra de expositores sería mayor si el recinto ferial fuera más amplio, según ha señalado el alcalde de Sarrión, Narciso Martín, durante la apertura de la feria.
El primer edil ha pedido al consejero de Industria, Arturo Aliaga, apoyo para ampliar la zona ferial y también para que salga adelante el proyecto de regadío social de Sarrión.
Muchos de los asistentes a la feria portaban carteles que decían "Sarrión, en lucha por el regadío social".
El proyecto de regadío está impulsado por el Departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón y ya está concluido, según los truficultores, aunque ahora está pendiente la financiación.
En declaraciones a los medios de comunicación, el consejero Aliaga ha avanzado que el próximo mes de marzo se celebrará un congreso sobre la trufa al que ya han confirmado su asistencia unas 200 personas, aunque esperan duplicar la asistencia.
Para Aliaga, "la trufa debe ser un producto emblemático de Aragón como otros y que sirva para el desarrollo del territorio".