Para García "sería de justicia" que se aplicase una bonificación a los cotos de las sociedades de cazadores federadas, teniendo en cuenta la situación coyuntural de crisis económica.
Ha asegurado que desde hace dos años el Gobierno regional ha llevado a cabo un aumento de tasas en todos los ámbitos, a los que no ha sido ajeno el mundo cinegético y que han afectado directamente a las sociedades de cazadores, que han visto incrementados notablemente el coste de sus renovaciones de matrículas de acotados.
Las tasas deben renovarse "de manera racional y proporcionada"
Según García, estas tasas que se han de renovar anualmente deben actualizarse de manera "racional y proporcionada", pero también ha entendido que las sociedades de cazadores que forman parte de la Federación de Caza y tienen un fin social deberían obtener una bonificación en el pago de las mismas, en razón a este fin.
En este sentido, ha apuntado que comunidades autónomas como Andalucía, Cataluña, Galicia, Castilla León y Extremadura, algunas de ellas limítrofes con Castilla-La Mancha y que están en vías de firmar el convenio de licencia única, recogen importantes reducciones sobre las tasas que por matrícula deben pagar estas sociedades en sus comunidades autónomas.
La Federación de Caza de Castilla-La Mancha, que se autodefine estatutariamente como una entidad de utilidad pública sin ánimo de lucro, y tiene adjudicada la representación de los cazadores ante la Administración en sus diversos órganos de gestión, ha recordado que cuenta en su inmensa mayoría con sociedades de cazadores ubicadas en el ámbito rural, que integran asociados de modesto poder adquisitivo y practican una caza eminentemente social y sin pretensiones comerciales.
Asimismo, ha recordado que la vigente Ley 2/1993 de Caza de Castilla-La Mancha recoge la importancia social de la caza, al entender que es practicada por un gran número de personas y que la misma contribuye al bienestar de los ciudadanos, así como a la creación de empleo y riqueza en las zonas rurales.
Igualmente, la Federación ha recordado que las sociedades de cazadores realizan una importante función social en el ámbito del control de daños a la agricultura provocados por especies cinegéticas, y que estas sociedades también suponen un punto de conexión entre la población rural y urbana.