EFE.- En un comunicado, la FAO explica que la novedosa iniciativa pretende seguir la senda marcada por la obra publicada en la década de los sesenta "Revolución verde" que, según la nota, "salvó a mil millones de personas del hambre y produjo alimentos más que suficientes para una población mundial que se duplicó, pasando de 3.000 a 6.000 millones entre 1960 y 2000".
La organización de Naciones Unidas asegura que las medidas propuestas en el libro están dirigidas a los pequeños agricultores que se encuentran en países en desarrollo.
"Ayudar a las familias campesinas de bajos ingresos en el mundo en desarrollo a ahorrar en los costes de producción y crear sistemas agroecológicos saludables, les permitirá maximizar los rendimientos y dedicar sus ahorros a salud y educación", afirma la FAO, que insiste en que "para poder crecer, la agricultura tiene que aprender a ahorrar".
Entre otras medidas, la FAO apuesta por las técnicas de la agricultura de conservación, que "minimizan el arado y la labranza, preservando de este modo la estructura y buena salud del suelo".
Asimismo, el riesgo de precisión permite, según la agencia de Naciones Unidas, "aumentar la producción por cada gota de agua, además de colocar de forma precisa los fertilizantes, que puede duplicar la cantidad de nutrientes absorbidos por las plantas".
La FAO recuerda que "otro de los elementos clave" que ayudarían a mejorar el aspecto sostenible de la producción agrícola sería el manejo integrado de las plagas, con técnicas que evitan el desarrollo de plagas y que minimizan la necesidad de pesticidas.
Estos métodos permiten que los cultivos se adapten al cambio climático y puedan no solamente producir más alimentos, sino también reducir la necesidad de agua de los cultivos en un 30 por ciento y los costes de la energía en hasta un 60 por ciento, informa la FAO.
En algunos casos, añade, es posible incrementar los rendimientos hasta seis veces, según demuestran los ensayos con maíz realizados recientemente en África meridional.
La FAO asegura que para afrontar el desafío del crecimiento de la población de forma sostenible es necesario realizar "un cambio desde un modelo homogéneo a sistemas agrícolas que hacen un uso intensivo del conocimiento y se adaptan a lugares específicos".