EFE.- Las medidas aprobadas ayer por los miembros del COFI contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada servirán para garantizar a los países que los barcos registrados en sus puertos no se dediquen a actividades ilícitas y para bloquear los flujos de mercancías derivadas de las mismas, recordó la organización.
La FAO estimó que esas directrices son en la práctica una «mano dura» contra la pesca ilegal.
Aunque se tratan de directrices de carácter voluntario, la FAO señala que la aprobación de estas medidas denota un «amplio nivel de compromiso y de apoyo internacional».
Según los cálculos de esta agencia de la ONU, la pesca ilegal se ha intensificado en los últimos 20 años y registra entre 11 y 26 millones de toneladas de pescado capturado de manera fraudulenta cada año.
«La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada no sólo pone en riesgo a los ecosistemas marinos, sino que socava cualquier esfuerzo emprendido a nivel nacional, regional o internacional para gestionar la pesca de forma sostenible», aseveró Arni M. Mathiesen, director general adjunto de la FAO.
Estas directrices permitirían además un mejor intercambio de información entre los países para combatir el cambio de pabellón, una de las prácticas habituales en la pesca ilegal para eludir las medidas de control que consisten en registrar repetidamente buques pesqueros en los puertos con la enseña de otros estados.
También ofrecen recomendaciones para combatir el incumplimiento por parte de los barcos de la legislación del derecho marítimo internacional existente y consejos para mejorar la cooperación internacional con especial atención a la ayuda a países en desarrollo.
El Comité de Pesca de la FAO reúne en Roma hasta el próximo viernes a representantes de Gobiernos, organismos regionales de pesca, organizaciones de la sociedad civil, instituciones académicas y comunidades pesqueras.