ASAJA León ha reivindicado que se mantenga en el tiempo la actual correlación de fuerzas en los procesos de negociación de los contratos de leche entre ganaderos e industrias lácteas. ASAJA hace esta declaración porque es ahora, después de muchos años, la primera vez en la que está funcionando el libre mercado y los ganaderos tienen la posibilidad real de ejercer un derecho tan elemental como el de cambiar de comprador de leche, cambiar de cliente, ya que hasta ahora las industrias tenían pactados precios y repartidas las rutas de recogida, por lo que la posibilidad de negociación del sector primario era nula, mientras que ahora puede recurrir a un mercado libre real.

Para la organización, es ahora, debido a una situación de escasez de leche que hace que algunas empresas no puedan atender sus compromisos comerciales, cuando se han roto los pactos que mantenían entre ellas y es relativamente posible negociar con un comprador distinto.

El sector del vacuno de leche atravesó un año 2022 muy difícil debido a los altos costes de producción y a las tímidas subidas en el precio de la leche, tendencia que cambió en el cuarto trimestre del año cuando la subida situó el precio de venta en unos 60 céntimos de euro el litro, según volúmenes y calidades, precios que se mantienen en la actualidad y que no hay motivos para que bajen a lo largo del año. Estos precios, sumado a una contención en los mercados de las materias primas que entran en los formulados de los piensos, hacen que esta actividad económica tenga un margen de beneficio.

En la provincia de León hay 265 explotaciones de vacuno de leche, con un censo de unas 25 vacas en lactación, y unas previsiones de producción, si se mantienen los precios, de 245 millones de litros en el año. El sector del vacuno de leche es el segundo en importancia en la provincia de León, por facturación, con el 12,3%, situándose detrás del maíz que representa el 31%. Si se mantienen los precios a lo largo del año, la facturación record estaría muy próxima a los 150 millones de euros.