El aumento de los costes de producción y la falta de agua en las cuencas del Carrión y Pisuerga, hacen peligrar seriamente las siembras de patata y remolacha, según ha advertido Asaja Palencia, que recoge el sentir de unos agricultores que empiezan a valorar un cambiode cultivos, como puede serel del girasol ante el buen momento de precios que se le augura por las consecuencias de la invasión rusa e Ucrania.
Recientemente, en las Juntas de Explotación de las cuencas del Carrión y Pisuerga se ha comunicado a los regantes que cuentan con una dotación de 2.000 m3/ha en el Pisuerga y en la parte del Carrión aguas arriba de El Serrón, mientras que será 2.500 m3/ha la dotación inicial para los regantes aguas abajo de El Serrón. Una cantidad muy escasa para los cultivos de primavera, que obligará a sacrificar principalmente cereales de invierno, siempre contando con que la campaña pueda incluso cortarse, como ya ocurrió en 2017, antes de llegar al final del ciclo de los cultivos.
En Palencia la pasada campaña las siembras de patata y remolacha alcanzaron las 1.615 hectáreas en el primer caso y 813 de patata. Las necesidades de agua de ambos cultivos, y la situación actual de los embalses de nuestra provincia, son una barrera que a día de hoy parece insalvable para los agricultores, que en el caso de la remolacha deben decidir en las próximas semanas si siembran este cultivo, o por el contrario optar por otro cultivo menos exigente en agua y con menos costes de producción, ya que el precio de los fertilizantes se ha multiplicado, los mismo que la energía utilizada para riego, ya sea eléctrica o mediante gasóleo.
Un poco más de tiempo tienen los cultivadores de patata para decidir, pero la mayoría pueden optar por refugiarse en otros cultivos alternativos como el girasol, con buenas expectativas de precios.