“La presencia confirmada de este tipo de avispa en Cataluña –apunta el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado- obliga a la Generalitat a elaborar un protocolo de actuación que contemple tanto el establecimiento de una serie de controles sistemáticos por parte de los agentes medioambientales, como la preparación de medidas que permitiesen minimizar los daños en el supuesto de que el insecto termine por llegar a la Comunitat Valenciana. Es el futuro de un sector lo que está en juego y no podemos tomarnos el problema a la ligera”.

   El riesgo de irrupción de la avispa asiática en la Comunitat Valenciana constituye una seria amenaza desde que recientemente se confirmó su implantación en Cataluña, donde la Generalitat y los expertos ya se han puesto manos a la obra para hacer frente a este dañino insecto y han advertido, además, que “ha venido para quedarse”.

   De la probada capacidad de expansión geográfica y colonización de nuevos territorios que tiene la Vespa velutina da cuenta el hecho de que hace dos años, y procedente de Francia donde está causando gravísimos daños en su sector apícola, se asentó en el País Vasco. Posteriormente se estableció en Navarra y ahora mismo ya se encuentra en Cataluña. La Comunitat Valenciana bien podría ser su próximo destino y por eso desde AVA-ASAJA se reclama a la Administración que extreme el control y la vigilancia.

   La avispa asiática no es una amenaza cualquiera. Triplica en tamaño –unos 3 centímetros- a la europea y construye enorme nidos sobre los árboles con un diámetro de hasta medio metro. Pero la gran diferencia con las avispas comunes de este insecto procedente de Asia, con el abdomen de color negro o marrón oscuro y la cabeza negra con la frente anaranjada es su voracidad: mientras que una avispa europea corriente puede matar apenas a unas cuentas abejas, el ataque de una avispa asiática arrasa colmenas enteras, hasta el punto de que, según National Geographic, en sólo tres horas 30 insectos de este tipo pueden desmembrar a más de 30.00 abejas.

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