El pleno del Parlamento Europeo (PE) dio este miércoles luz verde a la reforma que suaviza las exigencias medioambientales de la PAC y reduce la carga administrativa de los agricultores y ganaderos, una iniciativa planteada en respuesta a las protestas del campo. Los cambios en la PAC salieron adelante en la Eurocámara por 425 votos a favor, 130 en contra y 33 abstenciones.
Para dar luz verde a las medidas sobre la agricultura y ganadería antes de las elecciones al Parlamento Europeo del próximo junio, se decidió utilizar el procedimiento de urgencia que evita las negociaciones sobre el expediente entre los Estados miembros y la Eurocámara, colegisladores del club comunitario.
Los países ya dieron luz verde a la reforma a finales de marzo y para que el procedimiento de urgencia tuviera éxito la Eurocámara debía respaldar el mismo texto que aprobaron los Estados, sin introducir enmiendas, como finalmente sucedió.
En efecto, la Eurocámara precisó en un comunicado que los eurodiputados adoptaron el texto legislativo «con las modificaciones técnicas» propuestas por los Estados miembros en el Consejo de la UE y respaldadas por la comisión de Agricultura del PE el pasado 15 de abril.
Tras el voto de hoy en el pleno, el propio Consejo debe aprobar formalmente la reforma de la PAC.
La presidencia belga del Consejo de la UE ya había informado al Parlamento de que si los eurodiputados adoptaban el texto ya acordado por los países sin introducir modificaciones, como hicieron este miércoles, los Estados adoptarían ese mismo escrito.
LOS AGRICULTORES CELEBRAN LA FLEXIBILIZACIÓN DE LA PAC PERO LA VEN INSUFICIENTE Y TARDÍA
Por su parte, las organizaciones de agricultores y ganaderos, y sus cooperativas han celebrado la reforma de la Eurocámara pero han asegurado que es «insuficiente» y llega «tarde», después de meses de protestas. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha calificado el voto de «buena noticia, como culminación del intenso trabajo de los últimos meses», en un mensaje en su cuenta personal en la red social X (antiguo Twitter).
Pero las organizaciones agrarias y las cooperativas han coincidido en que estas medidas no bastan y llegan tarde, porque aunque tendrán efectos retroactivos desde principios de 2024, muchos agricultores ya han planificado sus campañas para este año.
El coordinador técnico de Cooperativas Agroalimentarias de España, Alejandro Gutiérrez, ha declarado que los cambios ratificados por la Eurocámara «van en la dirección correcta», porque se relajan los controles de las condiciones ambientales, algunas «problemáticas».
Sin embargo, ha resaltado que las reformas deben ser «más profundas» y que la flexibilización llega tarde, pues para que se materialicen sus cambios debe aprobarse en España un decreto que, ha calculado, no saldrá adelante hasta junio: «Estamos haciendo los trámites con un equilibrio muy delicado, sin seguridad jurídica».
Por su parte, el director de relaciones internacionales de ASAJA, José María Castilla, ha subrayado que el voto de la Eurocámara es «una buena noticia» y ahora «el balón está en los Estados miembros» para que faciliten la base legal y se aplique esa flexibilidad.
Castilla también ha afirmado que es «una pena» que esta decisión no se haya aprobado hace unos meses, pese a que el sector la había solicitado incluso desde el pasado mes de septiembre -durante la presidencia española de la UE-: «Todo es cuestión de voluntad política, nos decían que era imposible».
El director técnico de la organización agraria COAG, José Luis Miguel, ha valorado los cambios porque «corrigen lo más acuciante y se eliminan problemas para los agricultores», y si hace unos meses «se decía que no se podía» la UE, ha cedido por las protestas.
«Bienvenido sea (el cambio en la PAC), pero es un paliativo, sería bueno darle una vuelta a los enfoques actuales; No es adecuado que se decida en los despachos hasta el último detalle de las prácticas de una explotación», ha señalado Miguel.
Por su parte, el coordinador estatal de Unión de Uniones, Luis Cortés, ha celebrado las modificaciones pero ha señalado que son insuficientes, «un parche», y que la UE debe acometer una reforma agrícola «en profundidad».
El responsable de Unión de Uniones ha lamentado que hayan tenido que salir «miles de agricultores a las calles» para conseguir esa flexibilidad, sin la cual es «imposible» producir.
También este miércoles el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha iniciado la consulta pública del proyecto para modificar la «condicionalidad reforzada» -las obligaciones ambientales- de la PAC.
UPA -que sí ha firmado el acuerdo con el Gobierno sobre las medidas para el campo- ha declarado, en un comunicado, que con la flexibilización se hace realidad «uno de los motivos» que sacó a los agricultores a la calle y que la norma sobre la que Agricultura ha iniciado las consultas da cumplimiento a ese pacto.
ENFADO POR LAS PRISAS, LAS FORMAS Y EL FONDO DE LOS COLECTIVOS AMBIENTALISTAS
Por el contrario, las organizaciones ambientalistas SEO/BirdLife y WWF han criticado el voto de la Eurocámara porque, según un comunicado «cede al lobby agroindustrial y aprueba el mayor recorte en medidas ambientales de la PAC», rechazo compartido por la Plataforma Por otra PAC, que ha señalado que «en unas semanas se han desmantelado los pocos avances hacia la sostenibilidad y diferenciación de la agricultura europea que aportaba la PAC y que tardaron casi una década en ser consensuados; los Estados miembros e instituciones europeas han faltado a su palabra y tendrán que explicar a la ciudadanía su cambio de opinión».
Por su parte, Greenpeace España apela a la responsabilidad del Gobierno: «Es necesario que España responda a los compromisos globales en materia de cambio climático en agricultura y, sobre todo, que los pequeños y medianos agricultores puedan adaptarse a todas las consecuencias negativas que sufren en primera persona. La solución no es retirar las mínimas prácticas sostenibles de la PAC -que permitirían mejorar la base de la producción: el suelo-, sino apoyar a la ‘clase media’ agraria a adaptarse y mitigar esta crisis climática y de biodiversidad. Porque sin naturaleza no hay agricultura», ha afirmado Helena Moreno, responsable de la campaña de Agricultura de Greenpeace España.
Ya estamos salvados,