La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha relacionado directamente planteado la Estrategia Nacional de Alimentación del Gobierno con el acuerdo UE-Mercosur dejando muy claro que esta Estrategias «es incompatible con el apoyo a acuerdos como el de Mercorus que destruyen la agricultura y ganadería local»

La organización a planteado sus propuestas a esta Estrategia Nacional al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. En ellas, se defiende que «es esencial la consideración de la agricultura, la ganadería y la alimentación como elementos estratégicos de la Unión Europea, tanto desde el punto de vista económico como social y ambiental, así como para garantizar la seguridad alimentaria en Europa».

Ahora bien, también reclacan que «para este fin no nos podemos quedar en meras declaraciones de intenciones, sino que se debe apostar por un claro refuerzo de la soberanía alimentaria de nuestro país, teniendo como base la protección del modelo social y profesional de agricultura».

COAG considera que la Soberanía Alimentaria, entendida como el derecho de los pueblos a definir su política agraria y alimentaria, debe ser un concepto marco en el que se circunscriba la Estrategia Nacional de Alimentación en el Estado español. “No resulta creíble hablar de Estrategia Nacional de Alimentación si se siguen firmando acuerdos de libre comercio agrícola con terceros países, caso de Mercosur, para que las importaciones sustituyan a la producción local”, ha subrayado Andoni Garcia, miembro de la Comisión Ejecutiva de COAG.

“Esta Estrategia es una oportunidad clave defender un modelo de agricultura y ganadería socialmente necesarias y proteger a las personas que mantienen las explotaciones más vulnerables, imprescindibles para garantizar nuestra alimentación y soberanía alimentaria en un contexto de crisis climática y energética”.

«LA ALIMENTACIÓN ES UN DERECHO HUMANO Y NO UNA MERCANCÍA»

Los acuerdos de libre cambio abundan en la agricultura y ganadería basadas en modelos uberizados, insertas en largas cadenas de comercio global, financiadas con grandes capitales y/o fondos de inversión, que acaparan recursos naturales limitados o que, en muchas ocasiones, a pesar de expulsar a las personas, se disfrazan de agricultura familiar o sostenible.

Por otro lado, COAG considera que el Derecho a la Alimentación de las personas también debe aparecer como un elemento de base de la citada Estrategia. «La alimentación es un derecho humano y no una mercancía. La política agroalimentaria española, en el marco de la UE, debe dotarse de un enfoque basado en los derechos humanos, incluido el derecho a la alimentación y lo establecido en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los agricultores y otras personas que trabajan en las zonas rurales (UNDROP). Apostar por una alimentación basada en la competitividad y en los principios de mercado, provoca una rebaja continua de los estándares productivos y de la protección del tejido social, del medio ambiente y de la salud de los contribuyentes. Es necesario proporcionar de estrategias integradas que faciliten el acceso a la alimentación a todas las personas sin poner en riesgo la sostenibilidad económica, ambiental o social de los sistemas alimentarios. Las políticas públicas tienen una especial relevancia en este aspecto», destacan desde la organización.

Por último, COAG ha señalado que el establecimiento de una Estrategia Nacional de Alimentación debe plantearse en un contexto amplio de consulta y participación de todas las partes implicadas, desde los distintos departamentos ministeriales, en el marco de una actuación de gobierno, pasando por los territorios, y hasta los agentes económicos y la sociedad civil.

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