Alibos se dedica desde 1968 a la elaboración de castaña pelada y congelada fundamentalmente. De hecho, procesa en fábrica más de 6.000 toneladas al año, de las que 5.000 se destinan al consumo humano y el resto son para la alimentación de cerdos de la categoría Selecta de Coren.

    En el año 2010 iniciaron el Proyecto Soutos, a través de un convenio firmado con la Diputación Provincial de Lugo. Se trata de una iniciativa con la que se pretende revalorizar el medio rural gallego rentabilizando los soutos, los bosques autóctonos, al mismo tiempo que se lucha contra el despoblamiento rural.

   A través de este proyecto, Alibos firma un contrato con los propietarios de los soutos para proporcionarles un servicio integral, desde el asesoramiento antes de la plantación hasta la comercialización, pasando por las fases intermedias de plantación profesional y recogida mecanizada. En estos tres años, ya son 225 las hectáreas incluidas en ese proyecto, 200 de nueva plantación y 25 de recuperación del souto.

   El proyecto culmina con la creación de un vivero de castaños para fruto y una empresa, Soutos Sativa, para asesorar desde la preplantación hasta la venta de producto final. También está involucrada en el proyecto ‘Integra Castanea’, que tiene por objetivo estudiar y mejorar la polinización, micorrización y recogida mecanizada de castañas.

   El jurado de la edición número XIV del Premio Aresa de Desarrollo Rural estuvo formado por el rector de la USC, Juan Casar Long, y el presidente de Aresa, Álvaro Rodríguez Eiras, así como por el vicerrector de Coordinación del Campus de Lugo, Pedro García Herradón. En esta edición fueron invitados a participar cómo jurados José Mouriño Cuba y Carlos del Álamo Jiménez, ingenieros en las especialidades agrícola y de montes, respectivamente, con más de 35 años de trayectoria en su sector cada uno.

   “Con Alibos, el jurado del Premio Aresa acertó de nuevo con su decisión unánime”, dijo el rector de la USC, Juan Casares, que se refirió a esta empresa como una “clara apuesta que ya es una realidad por otorgar un valor añadido a la castaña y también a un árbol muy significativo en Galicia como es el castaño”.

Los otros candidatos

   Otros seis proyectos compitieron este año poner el Premio Aresa, “todos ellos de gran interés para la economía rural gallega”, como destacó el presidente de Aresa y cofundador del premio, Álvaro Rodríguez Eiras.

   La ganadería Quintián, que comercializa su propia marca de leche fresca pasteurizada a través de máquinas expendedoras, y la asociación de criadores de razas autóctonas de Galicia, Boaga, fueron dos de las finalistas, a las que se sumaron cuatro proyectos de investigación: el de creación de empresas de cultivo de Árnica Montana en Galicia para el abastecimiento de la industria farmacéutica europea, a cargo de Geneaqua, S.L.; el de la veterinaria María Aurora Estrada Fernández, con el que pretende la identificación animal por ADN como base para que los productos cárnicos consigan la trazabilidad total, aumentando de este modo la seguridad alimentaria; el estudio de Marcos Vázquez Marey sobre las casas de labanza gallegas, y el proyecto Viñas Atlánticas, un aplicativo web que se concibe como una herramienta ideada para combatir enfermedades propias de los viñedos y ayudar a optimizar la aplicación de productos fitosanitarios.

   Rodríguez Eiras aseguró que “un año más queda claro que existe una gran calidad en nuestros emprendedores y que son muchos los proyectos que consiguen un aprovechamiento de nuestros productos de una manera exitosa”.

   Por su parte, Casares también tuvo palabras de agradecimiento para el presidente del grupo Aresa, Álvaro Rodríguez Eiras, “el mecenas de este galardón, que simboliza lo mejor del espíritu del empresariado y que contribuye a hacer país”.

×