La Denominación de Origen de aceite oliva Sierra de Segura ha aprobado comenzar a realizar los tratamientos contra la mosca del olivo en toda la comarca segureña, junto a 28 almazaras y 9.000 agricultores.
Esta acción, según informa la denominación en un comunicado, cuenta con la participación de todas las almazaras y cooperativas inscritas en la Denominación de Origen Sierra de Segura, así como cooperativas que no forman parte de la DO pero que colaboran estrechamente con la entidad en el control de esta plaga.
en ningún caso se realizarán tratamientos sistemáticos, sino focalizados en las zonas necesarias por la alta concentración de la mosca
Un total de 28 entidades y más de 9.000 agricultores forman parte de esta campaña de tratamiento, en una primera apuesta para preservar la calidad del fruto y obtener aceite de oliva virgen extra de la máxima calidad en la próxima campaña de recolección.
El Consejo Regulador llevará a cabo tratamientos integrados, realizados bajo la supervisión de los técnicos de la Denominación de Origen, por lo que en ningún caso se realizarán tratamientos sistemáticos, sino focalizados en las zonas necesarias por la alta concentración de la mosca del olivo.
Al ser tratamientos por parcheo y colectivo, se utiliza la cuarta parte del insecticida empleado en un tratamiento individual, y los tratamientos presentan una mayor sostenibilidad medioambiental.
El secretario de la Denominación de Origen «Sierra de Segura», Francisco Moreno, ha señalado que los tratamientos tienen «la clara vocación de trabajar para obtener aceites de oliva vírgenes extra certificados por la DO, pues la mosca del olivo es la plaga más difícil de controlar».
Además, «los daños que produce no sólo afectan a la cantidad de aceite obtenido, sino sobre todo a la calidad, ya que su presencia favorece la proliferación de hongos y bacterias y la aparición de defectos organolépticos, o que los frutados sean más apagados», ha explicado.
Moreno deja claro que estos tratamientos se realizan con criterios técnicos y teniendo en cuenta las limitaciones que establece la legislación, por lo que se van a combinar los tratamientos aéreos y terrestres y el uso de distintos productos fitosanitarios para buscar la mayor efectividad posible con la menor afectación al entorno.