El pleno de la Denominación de Origen Cava (DO Cava) ha aprobado este miércoles 27 una serie de medidas que van a reducir la producción a 10.000 kilos de uva por hectárea, frente a los 12.000 kilos habituales, para la próxima vendimia, debido al desequilibrio entre oferta y demanda ocasionado por la covid-19.
Las medidas se han tomado para afrontar los excedentes de vino base y de uvas que tensionan el mercado y para dar respuesta a las dificultades adicionales que suponen para este sector los «graves» efectos originados por la pandemia de la covid-19.
Las nuevas normas irán acompañadas de un incremento del número de verificadores para el control a pie de viña
Según la Denominación de Origen Cava, nunca antes se habían adoptado «restricciones productivas tan a la baja».
Las nuevas normas para reducir la producción irán acompañadas de un incremento del número de verificadores para el control a pie de viña, así como en bodega, para dar la máxima garantía al consumidor.
El presidente de la DO Cava, Javier Pagés, cree que las medidas aprobadas hoy están encaminadas a mitigar la situación de «gran desequilibrio entre la oferta y la demanda», y asegura que sería «irresponsable» seguir aumentando la producción, lo que contribuiría aún más a «tensionar a la baja los precios de la uva y de los vinos base cava.
Pagés se ha mostrado convencido en un comunicado de que «el sector saldrá fortalecido de la crisis» si es capaz de trabajar con «rigor y control» y, sobre todo desde «la unidad».
Además, cree que las decisiones tomadas hoy se han hecho mirando a largo plazo y pensando en el bien común, por encima de los intereses individuales.