La Diputación de Ávila interviene con cuatro máquinas en quince municipios de la comarca de La Moraña, al norte de la provincia, para luchar contra la plaga de topillos que está causando en esta zona unas pérdidas que rondan el 30 por ciento de lo sembrado. Mientras, la Unión de Agricultores solicita medidas contra los topillos en Rioja Alta.

Las actuaciones en Ávila se prolongarán en los próximos diez días, según ha explicado a los periodistas el diputado provincial responsable de Consorcios, Antonio Jiménez, que ha visitado la localidad de Madrigal de las Altas Torres junto a su alcalde, Jesús del Campo, y Félix Álvarez, regidor de Moraleja de Matacabras.

Jiménez ha comentado que estas actuaciones se están ejecutando con «indicaciones» de la Junta de Castilla y León, que «tiene monitorizado» varios pueblos de esta comarca, de manera que la Diputación «sigue sus indicaciones» para actuar contra estos roedores.

Para ello, desde la Diputación de Ávila se han contratado hasta cuatro máquinas que actuarán durante diez días en los caminos de una quincena de municipios, en la denominada «zona cero», que es en la que se concentra la mayor parte de los topillos, según el diputado provincial de Consorcios, que cifra la inversión inicial de estos trabajos en 30.000 euros.

LA UNIÓN DE AGRICULTORES SOLICITA MEDIDAS CONTRA LOS TOPILLOS EN RIOJA ALTA

Por su parte, y ante el repunte de las poblaciones de topillo que se constata en numerosas fincas de Rioja Alta, especialmente en municipios lindantes con la provincia de Burgos, la UAGR-COAG ha solicitado a la Consejería de Agricultura la adopción de medidas para reducir su presencia, al igual que se ha hecho en Castilla y León.

En concreto, la Unión solicita establecer las medidas necesarias para el control poblacional del topillo, de manera que su excesivo número no cause daños en las fincas de cultivo, así como medidas de flexibilización en los eco-regímenes de la PAC que permitan controlar las poblaciones de topillo.

En concreto que en la práctica de siembra directa, permitir el laboreo vertical, sistema en que el arado no invierte la tierra, causando poca compactación. Pase de cultivador, chísel o grada de discos pequeños, siempre y cuando se cumpla con la obligación de mantener el rastrojo sobre el suelo, de manera que este esté cubierto durante todo el año. El laboreo tendrá lugar tras la cosecha 2024 por lo que tendrá efectos en la campaña 2025.

Asimismo, que en la práctica de establecimiento de espacios de biodiversidad, se permitirá la recolección de las superficies de cereal no cosechado acogidas a la intervención en la campaña 2024, con anterioridad al 1 de septiembre. De forma inmediata, tras la recolección, se procederá a retirar las pacas y cordones de paja para evitar que el topillo encuentre protección y se resguarde bajo ellos.

×