En el estudio, en el que ha participado también la Universidad Rovira Virgili de Reus, se comprobó que con una intervención dietética para promover la adherencia a la dieta mediterránea se obtenía una reducción relativa del 30 por ciento en el riesgo de desarrollar diabetes, ha informado en un comunicado la Universidad de Navarra.

    Esta reducción de riesgo se observó al combinar los dos grupos asignados a dieta mediterránea, y compararlos frente al grupo control que recibía consejos para seguir una dieta baja en grasa.

    Los participantes fueron asignados al azar a tres posibles dietas: dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra, dieta mediterránea suplementada con frutos secos, o una dieta control (consejos sobre dieta baja en grasas).

    El programa de intervención, que incluyó entrevistas personales trimestrales con dietistas, además de sesiones grupales también trimestrales, se mantuvo de media durante más de 4 años, sin utilizar ni dietas hipocalóricas ni programa alguno de ejercicio físico.

El grupo que recibió una dieta de frutos secos bajó un 18%


    La efectividad fue superior en el grupo que recibía aceite de oliva extra-virgen, con una reducción del riesgo del 40% estadísticamente significativa; mientras que el grupo que recibía frutos secos obtuvo una reducción del 18%.

    Según Martínez-González, autor senior del artículo, "sabíamos que se podía prevenir la diabetes actuando intensivamente sobre el estilo de vida mediante programas de pérdida de peso y de fomento del ejercicio físico".

    "Pero ésta es la primera vez que un ensayo aleatorizado demuestra que también es posible hacerlo solo cambiando el patrón dietético, sin reducción de calorías, ni metas de pérdida de peso o de ejercicio físico", ha explicado.

(Foto: Archivo)

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