DGA.- Un positivo balance realizó la Dirección General de Aguas del primer mes de funcionamiento del convenio pactado entre el Ministerio de Obras Públicas y los regantes para redistribuir aguas del río Aconcagua.
El acuerdo tenía por objetivo garantizar la eficiente repartición de las aguas del Río Aconcagua y enfrentar de mejor manera los efectos de la escasez hídrica que afectan a la región, lo que de acuerdo con lo expresado por el director general de Aguas (TP), Francisco Echeverría, se ha logrado hasta el momento.
“En términos generales estamos conformes con el cumplimiento del acuerdo, pese a que existen algunos aspectos que deben ser mejorados. No obstante, con relación al objetivo primordial está claro que el convenio ha servido.
El caudal promedio que ha recibido la tercera sección durante el turno es de 27 m3/s, es decir, muy por sobre los 6,8 m3/s que pasaban a la misma fecha el año pasado”, indicó Echeverría.
Cabe destacar que durante la intervención del río en 2012, los caudales promedios mensuales registrados fueron de 5,4 m3/s en febrero, 4,2 m3/s en marzo, 4,9 m3/s en abril y 10,9 m3/s en mayo.
La autoridad afirmó, además, que el cumplimiento ha sido parcial, específicamente por las discrepancias en los horarios de cierre de las compuertas y los métodos de entrega del agua. Así también, se ha verificado la cesión del recurso a canales eventuales, pese a que no estaba considerado en el acuerdo original. Por ello, la DGA se reunirá con integrantes de las distintas secciones con el fin de conseguir un óptimo acatamiento del tratado.
“Como servicio confiamos en que las discrepancias que se han dado durante este primer mes serán próximamente subsanadas, pues contamos con el compromiso de las tres secciones del río. Así también, por el momento, queda descartada la intervención, pues no es necesaria”, sentenció Echeverría.
Actualmente el acuerdo contempla el cierre de las compuertas de los canales de la primera sección durante 36 horas semanalmente y el cierre de compuertas o evacuación de las aguas por los esteros de la segunda sección por el mismo período, además de la implementación de un plan de operación de la batería de pozos ubicados en la cuenca del río Aconcagua y el desarrollo de obras de encauzamiento para optimizar el aprovechamiento del recurso, en especial en los lugares del cauce con mayor daño producto de la extracción de áridos.