ASAJA Alicante ha denunciado que «la desidia y falta de acción de las administraciones» sobre el hongo de la pyricularia, que afecta al cultivo de arroz bomba del Parque Natural Marjal de Pego, causará una merma del 65% en la producción de esta emblemática variedad en la provincia de Alicante.
El productor de arroz y representante del sector en ASAJA Alicante, Pep Orihuel explica que la expansión de este hongo que se ceba especialmente con el arroz bomba se debe a dos razones fundamentales. Por un lado, al crecimiento descontrolado de las malas hierbas, en concreto del serreix, «que supera la altura del cultivo de arroz y provoca un efecto tupido que no hace más que darle gasolina a la pyricularia, incrementando su expansión».
En este sentido, la organización agraria reclama que se pongan a disposición del sector las herramientas necesarias para controlar el serreix, ya que los agricultores de la zona llevan muchos años con un solo producto autorizado, y las malas hierbas se han adaptado al mismo «como si fuese abono». Por si fuera poco, actualmente es inviable la utilización de mano de obra para arrancar dichas hierbas.
LAS SUBVENCIONES DE LA PAC CADA VEZ SON MENORES, LO QUE EMPUJA A LA SECTORIAL ARROCERA ALICANTINA A TENER QUE BAJAR LA PRODUCCIÓN
Por otro lado, Orihuel sostiene que los agricultores no disponen de soluciones fitosanitarias para hacer frente a esta enfermedad. «Solo está permitido un producto para el tratamiento aéreo, y los resultados no son los deseados, además de que este representa el 20% de los costes de producción».
Asimismo, recuerda que las subvenciones de la PAC cada vez son menores, lo que empuja a la sectorial arrocera alicantina a tener que bajar la producción, mientras que en otros países se utilizan productos que en España no están autorizados y con una mano de obra mucho más barata.
El técnico agrónomo de Pego Natura, Vicent Dominguís, afirma que «la limitación de los fitosanitarios y materias biológicas permitidas supone un gran desafío para los agricultores del cultivo de arroz de la Marjal de Pego, pues la variedad bomba es muy susceptible a esta enfermedad, que además resulta agravada por unas condiciones climáticas propicias para el crecimiento del hongo de la la pyricularia». Los expertos coinciden en que una de las posibles alternativas sería apostar por otras variedades que sean tolerantes a la salinilidad de la zona, aunque algunos agricultores ya lo han probado sin obtener productividades exitosas.
Ante el alarmante descenso de la producción, los agricultores de la Marjal de Pego reivindican su papel como guardianes del ecosistema, el cual ha resurgido gracias a que mantienen las aguas en circulación y proveen de alimentos a los seres vivos que allí habitan. Sin embargo, vaticinan que, si los dirigentes no empiezan a plantear soluciones, en menos de dos años el cultivo de arroz bomba desaparecerá a la vez que lo hará el propio Parque Natural.