Han avanzado que las bodegas amparadas en esta DO están plantando cara a la crisis económica generalizada "ampliando sus líneas de negocio", bien a través de la "diversificación" o con la "especialización de productos", lo que se ha traducido en que el nivel de contraetiquetas del Consejo siga aumentando.
De hecho, en la última vendimia, el valle de La Orotova, compuesto por 400 hectáreas de viñedo de los que la mitad están cultivados con la técnica del cordón trenzado múltiple, "un sistema único en el mundo", cosechó 700.000 kilos de uva, un 30% más que en la de 2011.
Este incremento, según las mismas fuentes, se produjo gracias a las "buenas condiciones sanitarias de la uva", y a que, "por tanto, no hubo merma ni desecho" del fruto.
Los proyectos de la denominación, entre los que siempre se encuentra el "mantenimiento de su paisaje y las características únicas de sus viñedos", pasan por la producción de "vinos por parcelas, las elaboraciones únicas de blancos, con barricas y métodos artesanales y la búsqueda de nuevos mercados" de exportación.
Durante el pasado ejercicio, La Orotova exportó 15.000 botellas a diferentes países -y por primera vez a Japón- a través de restaurantes y distribuidores de alto nivel.
Las mismas fuentes han avanzado que el Consejo Regulador continuará impulsando diversas promociones, como la visita a bodegas o actividades como "estrellas y vinos" en las que se añade el increíble cielo de la comarca a su oferta vitivinícola.