Las bodegas están apostando por el mercado exterior, a través de la buena relación calidad-precio, mientras que el nacional empieza a creer en los vinos tintos, si bien sigue manteniendo el consumo del rosado, que supone el 50% de la emisión de contraetiquetas de 2012.
En cuanto a las nuevas elaboraciones, suponen un pequeño porcentaje de las 4.192.480 contraetiquetas emitidas en 2012, puesto que fue el año pasado cuando se pudieron elaborar, por primera vez, vinos blancos, dulces y espumosos.