Pese a todo, ha expresado su confianza en el arraigo que tiene la tradición del Día de la Madre, que representa en torno a un 18% de las ventas anuales del sector productor (solo por detrás de Todos los Santos), y en que se seguirán regalando flores, aunque "ajustando más el presupuesto".
Por su parte, desde la Asociación Española de Floristas Interflora se han mostrado más optimistas y esperan mantener las ventas gracias al tirón de esta celebración.
A juicio de la directora de Interflora, Olga Zarzuela, la crisis está afectando más a las ventas "del día a día, pero no tanto en festividades tan señaladas como el Día de la Madre", que representa cerca del 10% del volumen de ventas de las floristerías. Ha añadido que los precios se mantienen estables desde hace tiempo.
Tanto productores como floristas coinciden en que la demanda de flores y plantas en esta fecha es muy variada, y conviven el producto importado con el nacional.
Según destaca Peris, la rosa se mantiene como la flor más importante, aunque "siempre se buscan variedades nuevas" y, por ejemplo, las orquídeas en maceta se compran cada vez más.
Desde Interflora apuntan que la oferta de productos va de los tradicionales ramos primavera o de flor variada hasta centros de plantas de distintos tamaños y variedades, con especies como las orquídeas "phalaenopsis" (también llamadas mariposa).
Subrayan además un gusto cada vez mayor hacia las composiciones florales más novedosas en los que prima el diseño.
También recomiendan la compra en establecimientos especializados que ofrecen producto de más calidad, ya que su duración depende de las condiciones en las que se mantiene por parte de profesionales.