EFE.- Así se ha expresado hoy Ottmar Edenhofer, del Instituto de Investigación de Postdam (Alemania), en la apertura de la tercera reunión del equipo de mitigación del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU, que se desarrollará a lo largo de esta semana en Vigo.
Edenhofer, que es copresidente del grupo III del IPCC, encargado de evaluar las estrategias y alternativas para mitigar el cambio climático, ha reseñado que en los últimos diez años ha habido "un aumento muy considerable, incluso progresivo", de las emisiones; una tendencia que ni siquiera la crisis ha variado.
EL CAMINO INADECUADO
En su opinión, el aumento de las emisiones de gases efecto invernadero demuestra que, "a escala global, no estamos logrando ningún objetivo destacable en políticas de protección. No estamos en el camino adecuado", ha aseverado.
Según Edenhofer, los dos "desafíos" del quinto informe de evaluación del IPCC son, por un lado, concienciar de que "no nos vamos a quedar sin carbón, petróleo ni gas natural" en el siglo XXI, sino que "la limitación" estará en la capacidad de la atmósfera para captar contaminantes.
REDUCCIÓN DE EMISIONES Y DESARROLLO
El otro reto es analizar la manera de desligar la reducción de las emisiones del desarrollo económico, teniendo en cuenta la variabilidad de costes entre los países desarrollados y los emergentes.
En este sentido, Youba Sokona, del Centro Africano de Política Climática y también copresidente del grupo III del IPCC, ha aludido al "desafío" del continente africano de aprovechar sus "grandes potencialidades" para el desarrollo de las energías renovables.
MENSAJE DE CRISTIANA FIGUERES
En la primera sesión plenaria de la cumbre de Vigo, la secretaria ejecutiva de cambio climático de la ONU, Cristiana Figueres, ha intervenido a través de vídeo conferencia para hacer una serie de consideraciones respecto al "mensaje" del grupo de expertos encargados de analizar más de 16.000 de comentarios y publicaciones.
Figueres ha reclamado un mensaje "constructivo" y "optimista" en cuanto a que la mitigación de gases efecto invernadero supone "una oportunidad" de desarrollo económico y tecnológico para los países emergentes, y también unas conclusiones "claras, simples y flexibles a la negociación".
Sobre el particular, Edenhofer ha reivindicado el carácter "independiente" del IPCC, cuya labor ha comparado con la de los cartógrafos en cuanto a que no prescribe ni juzga políticas, sino que analiza "costes, riesgos y beneficios" de posibles alternativas, y que a veces resulta incómoda para los gobiernos.
El IPCC es el principal organismo mundial de valoración del cambio climático y su tarea central es la elaboración, cada seis o siete años, de un informe de evaluación con base en las investigaciones científicas, técnicas y socioeconómicas desarrolladas por expertos de todo el mundo.
Hasta la fecha, ha realizado cuatro informes de evaluación (el quinto se preve en 2013): el de 1990 tuvo un papel decisivo en la creación de la convención marco de Naciones Unidas sobre cambio climático; y el de 1995 proporcionó información científica clave para la adopción del protocolo de Kioto en 1997.
El tercero (2001) insistió en la necesidad de un nuevo protocolo para integrar a los países que representan el mayor nivel de emisiones y no están presentes en Kioto, y el cuarto (2007) mostró evidencias suficientes para afirmar que el calentamiento global es inequívoco y establece como causa probable las actividades humanas.
Este último informe le valió al IPCC la concesión del Premio Nobel de la Paz.
En el arranque de las reuniones en Vigo, un grupo de activistas bajo la denominación "Coalición Clima" ha reclamado un cambio "urgente" y "radical" en las políticas ambientales, en vista de que "millones de personas" se ven privadas de unas condiciones de vida "dignas" por los efectos del cambio climático.
También han exigido al Gobierno de España "que deje de subvencionar los combustibles fósiles" y de ser "cómplice" de las "grandes contaminadoras".