EFE.- El Consejo Regulador ha añadido hoy, en una nota, que el resto de vinos elaborados, hasta el total de 260,78 millones de litros presentados a la calificación, no ha sido calificado, sobre todo, por corresponder a excesos de rendimiento en la producción (7,13 millones de litros), y se rechazaron 103 muestras por no superar la prueba analítica o sensorial.

La vendimia de 2013 fue la más tardía de la historia reciente de esta denominación y una de las más cortas en cuanto a producción, ya que la cantidad final recolectada fue de 368,42 millones de kilos de uva, volumen algo superior a los 355 de 2012, pero muy inferior al potencial productivo que tiene actualmente Rioja.

La superficie total de viñedo productivo en la DOCa Rioja para la cosecha 2013 fue de 61.840 hectáreas, de las que 58.026 correspondieron a variedades tintas y de las que se obtuvo una producción amparada de 337,04 millones de kilos; y 3.814 hectáreas a variedades blancas, cuya producción amparada fue de 25,57 millones.

La producción total finalmente amparada fue de 362,62 millones de kilos y se elaboraron un total de 253,44 millones de litros de vino amparado.

El Consejo ha recordado que la añada de Rioja del año pasado estuvo condicionada por unas condiciones climáticas atípica, pero la «gran profesionalidad» de los viticultores y enólogos de la DOCa permitió afrontar satisfactoriamente.

Esta valoración de «buena» es la media obtenida como resultado del «riguroso» proceso de calificación que han debido superar las 3.973 muestras tomadas directamente de los depósitos de elaboración por los técnicos del Consejo y que han sido sometidas a análisis químico y organoléptico.

Dentro de la heterogeneidad de vinos que ha ofrecido el conjunto de la cosecha, con un porcentaje suficiente para atender las necesidades de todas las categorías, la media responde al predominio de un mayor volumen de vinos de buena calidad, ha precisado.

La superior categoría de «calificada» que ostenta la DOCa Rioja exige la calificación de todos los vinos elaborados, depósito a depósito, lo que proporciona, ha dicho, una excelente base técnica para la evaluación global de la añada realizada por el pleno del Consejo Regulador mediante un procedimiento estadístico establecido a tal fin con total objetividad.

Los requisitos para superar el examen de calificación se han elevado en los últimos años, incorporándose parámetros de calidad más exigentes, con el objetivo de que «Rioja siga manteniéndose en los mercados como referente de los vinos de calidad».

El pasado mes de noviembre comenzó el proceso de calificación de la cosecha 2013, con un programa de recogida de muestras en todas las bodegas elaboradoras por parte del Servicio Habilitado de Veedores del Consejo Regulador, muestras que deben ser representativas de partidas no superiores a 100.000 litros.

Cada muestra ha sido analizada en el laboratorio de una de las tres Estaciones Enológicas de la denominación y valorada por un comité de cata integrado por tres catadores, que forman parte del panel de cata externo con que cuenta el Consejo Regulador y al que pertenecen más de un centenar de expertos.

El procedimiento para la valoración organoléptica está reglado y se garantiza la confidencialidad y anonimato de las muestras catadas.

Las 3.973 muestras de la cosecha 2013 presentadas a calificación han sido sometidas a este «riguroso» control analítico y de cata, que han debido superar cada una de ellas para tener derecho al amparo de la Denominación.

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