La cosecha de cereales de este año en Cataluña ha sido un 20% inferior a la de 2016, un descenso que la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) ha calificado de «inesperado» pues las lluvias de abril les habían dado «esperanzas de que la cosecha sería muy buena».
Según ASAJA, las causas de este descenso son básicamente dos: las heladas tardías que han dañado las cosechas en comarcas como Osona, Ripollès y Berguedà, y, en segundo lugar, las olas de calor que llegaron antes de tiempo, en el mes de mayo, con temperaturas de 35º centígrados en muchos lugares de cosecha.
El frío tardío afectó, sobre todo, a los cultivos de cebada y trigo, que se han «ennegrecido».
En cambio, el calor ha afectado principalmente a los cultivos de maíz, debido a la sequía provocada por las altas temperaturas.
ASAJA ha alertado, en un comunicado, de que ha habido rendimientos muy desiguales en todas las comarcas catalanas, con pérdidas que van del 15% al 25% respecto a 2016.
Sobre todo se han visto afectadas por las altas temperaturas las comarcas de Lleida, Tarragona y de la Cataluña Central, que podrían haber tenido alrededor de un 30% menos de cosecha.