La cooperativa había iniciado una campaña en internet, que había logrado 35.000 firmas en tres días de apoyo, para evitar un cierre de su negocio por la postura de Senoble, que han venido calificando de "boicot" desde el principio de esta polémica.
San Anton había participado en la investigación del cartel del sector lácteo que actualmente dirige la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) contra las industrias lecheras por pactar precios y repartirse el mercado. Y los ganaderos sostienen que el comportamiento de Senoble, con quien finalmente no se ha llegado a ningún acuerdo, "es el cumplimiento de la amenaza de represalias que formuló la empresa cuando se supo implicada en el expediente", según recoge Ana Bravo Cuñas en elmundo.es.
Tal y como reveló El Mundo la pasada semana, la cooperativa navarra denunció a finales de noviembre un presunto boicot por parte de Senoble Ibérica y solicitó sin éxito medidas cautelares ante el regulador único y ante la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), dependiente del Ministerio de Agricultura, que siguen estudiando el caso. Consultados al respecto, desde la AICA descartan la posibilidad de aplicar medidas cautelares y señalan que la investigación para establecer si Senoble ha cometido alguna infracción puede extenderse al menos seis meses.