Enrique Vigas, Presidente de la Celiège, fue el encargado de explicar cómo la Confederación Europea del Corcho se fundó en 1987 con el objetivo de representar a toda la cadena de la industria corchera europea (preparación, elaboración y distribución de productos de corcho).
Con el objetivo de mejorar la calidad de las empresas del sector, en 1992 la Celiège comenzó el proyecto de investigación ‘Quercus’ con la participación de 7 países europeos, varios laboratorios públicos y privados. Las conclusiones de este proyecto, combinadas con preocupaciones de los usuarios de los productos del corcho con respecto a la trazabilidad durante la fabricación, condujeron a la Celiège a idear el ‘Código Internacional de Prácticas Taponeras’ para ser la referencia internacional no sólo para las compañías implicadas en la producción y la venta de los tapones de corcho sino también para los usuarios y que define las reglas y exigencias de las empresas en términos de la calidad de sus procesos de producción, ambientales, de higiene y de seguridad.
Joäo Rui Ferreira, Secretario General de la Celiège y presidente de la Asociación Portuguesa de Corcho (APCOR), explicó cómo, para comprobar que las compañías apliquen las recomendaciones del código en su práctica de la producción, se creó en el año 2000 el Systecode, que es un sistema de acreditación por un organismo internacional reconocido e independiente (Bureau Veritas) para confirmar que los buenos métodos de fabricación para los tapones de corcho se están empleando. Systecode, por tanto, acredita la conformidad con el cumplimiento de los requisitos que se incluyen en el Código Internacional de Prácticas Taponeras.
Sistemas de calidad voluntarios
La implantación de los requisitos del CIPT en los sistema de calidad de las empresas corcheras que desean incorporar de forma voluntaria tales exigencias, aseguran, explicó, que las mismas trabajan de acuerdo con la legislación europea reg1935/2004 e 2023/2006, y aseguran una excelencia máxima en las prestaciones de los productos gracias al cumplimiento de requisitos llevados a cabo en todas las fases de los procesos productivos. Con este sistema de garantía se obtienen beneficios, sobretodo un refuerzo de la garantía de calidad del proceso de fabricación de las empresas. Con el apoyo de una gran mayoría de las empresas lideres del sector, el Systecode garantiza que toda la cadena de producción trabaja bajo las mismas prácticas.
En 2011 nacía Systecode Premium que es un nivel más alto de exigencia que, además de aportar mayores garantías al mercado consumidor, premia la excelencia y la superación de las empresas corcheras. Este nivel ejerce controles de calidad más exhaustivos durante todo el proceso de elaboración y exige un compromiso de manejo sostenible del bosque alcornocal a través de una certificación forestal.
Entre las exigencias de esta nueva certificación destacan los exigentes planes de control que integrados a lo largo de todo el proceso dan a estas empresas un refuerzo en su capacidad en suministrar productos de excelencia e calidad. Este esfuerzo obliga a una inversión por parte de estas empresas que las coloca en otro nivel de excelencia dentro del sector.
Antonio Amorim, presidente de la Corticeira Amorim, explicó su apuesta empresarial por el sistema Systecode Premium y la evolución del mercado como consecuencia de la mejora cualitativa de la última década y señaló que el Systecode supuso “la primera base para las nuevas prácticas” en la lucha por la calidad. Una calidad que, según explicó, merece el reconocimiento del mercado, debido a que existe una excelente percepción general respecto a los tapones de corcho y ha hecho que los productores del nuevo mundo vitivinícola hayan vuelto a los tapones de corcho natural.
Ventajas del taponado de corcho frente al sintético o de rosca
Paulo Lopes, doctor en enología y viticultura de la Facultad de Enología de la Universidad de Burdeos que habló sobre la evolución técnica del tapón y las ventajas del taponado con corcho frente al sintético y el tapón de rosca. Presentó las últimas investigaciones sobre la importancia del oxígeno en la calidad de los vinos después de su embotellamiento y destacó el papel de los tapones de corcho en estos fenómenos, concluyendo que todos los estudios realizados señalan al tapón de corcho como el ideal para el cerramiento del vino en su botella.
Además, Jordi Grau, enólogo y sumiller de la distribuidora Vinos y Licores Grau se centró en la experiencia del consumidor a la hora de abrir una botella de vino desde la experiencia de una empresa que maneja 12 millones de botellas al año. Recordó el acuerdo que llegaron con la Confederación Europea del Corcho, en defensa del corcho, lo que les movió a informar al consumidor de aquellas marcas que no utilizaban este material para el cerramiento de sus botellas.
Destacó que el consumidor valora cerramiento con tapón de corcho por ser un producto de proximidad, que es respetuoso con el medio ambiente, que ofrece más calidad al vino y que mantiene la tradición de la ceremonia del descorche.