Sarasola ha subrayado que, en los últimos años y debido a la crisis, se ha incrementado el autoempleo en el sector vitivinícola de personas que han recuperado el trabajo que realizaban sus padres y abuelos, y los antiguos oficios que dinamizan las zonas rurales.
Por su parte, el presidente del Consejo Regulador, Juan Bautista, ha destacado que la ruta del vino permitirá generar actividad, valor añadido para las bodegas y dinamizar la economía de los pueblos.
Durante la presentación del Salón, Sarasola ha indicado que los vinos de la DO "están viviendo un momento dulce", gracias al "enorme esfuerzo en innovación" de las bodegas y "al apoyo permanente" de la Comunidad a través del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Agrario (Imidra), mediante la promoción o en ayudas para inversiones que permitan mejorar la competitividad sectorial.
"En el mercado solo hay sitio para los mejores", ha remarcado Sarasola, quien apuntó que en 2012 se vendieron 3,5 millones de botellas de esta Denominación -por valor de 30,38 millones de euros-, el 23 % a países como EEUU, China, Alemania o Japón. El consejero ha destacado que estos vinos ocupan la octava posición entre los preferidos por los madrileños.
La Comunidad es la novena región española en consumo per cápita -8,6 litros-, aunque con un gasto per cápita superior a la media nacional (unos 19,4 euros), ha detallado. Ha abogado por llegar a nuevos consumidores y ha resaltado la importancia del canal de la restauración, ya que Madrid es la tercera región con más negocios vinculados a la hostelería, con 33.000 licencias. En estos locales se concentra el 43% del consumo y, según ha insistido, actúan como prescriptores.
Se espera una buena cosecha
Sobre la expectativas para la próxima cosecha, ha avanzado que gracias a las últimas lluvias y a las mejoras en modernización y eficiencia de las bodegas, la vendimia será mejor que la de 2012 -la producción regional se saldó con más de 111.297 hectolitros, de ellos, 41.462 hectolitros en viñedos de la Denominación de Origen- y más alta que en 2011, cuando superó los 122.800 hectolitros.
Tanto el consejero como Bautista han valorado la calidad como seña de identidad de estos vinos madrileños, que fueron los séptimos más premiados de 66 participantes en el último certamen internacional Bacchus, con 16 galardones -seis medallas de oro y diez de plata-.
La enóloga de Bodegas Licinia, Silvia Burruezo, ha apuntado a Efeagro el potencial que tiene el enoturismo, que "habría que explotar" como han hecho en otras zonas vitivinícolas del Estado, y que junto a la calidad deben ser las apuestas "para destacar y que se nos conozca" y para impulsar el sector, en gran parte formado por pequeñas bodegas.
"El enoturismo es una manera de rentabilizar las bodegas, y de hecho la gente tiene cada vez más inquietud por esta oferta turística y no sólo por la playa y sol, por ver cómo se elaboran los vinos o conocer los edificios de las bodegas", ha apuntado Burruezo.
Por otra parte, las bodegas reconocen el difícil momento que atraviesan las ventas en España, especialmente por la caída de visitas y de consumo en la restauración.
"Gracias a la exportación podemos respirar un poco", ha asegurado a Efeagro José Antonio García, de Bodegas Jeromín, quien precisó que ya venden a países de la Unión Europea, EEUU, Suiza, Colombia, México, Japón o China.
El Salón de los Vinos permitirá acercar la oferta vínica de la Comunidad a profesionales de la hostelería -más de 1.000 asistentes en su última edición- en una estrategia promocional que también los llevará a la feria de Fenavin (Ciudad Real) y a Sanghai (China) y Miami (Estados Unidos), en los próximos meses.
La DO Madrid agrupa a 8.390 hectáreas de 58 municipios, 2.891 viticultores y 44 bodegas.