La Comisión Europea (CE) prevé presentar una propuesta legislativa para finales de 2023 que para la prohibición de la cría de ciertas especies en jaulas y que se vaya haciendo gradualmente, ha publicado este viernes el Diario Oficial de la Unión Europea (UE) y que entraría en vigor definitivamente en 2027.
Así figura en la comunicación de la CE relativa a la iniciativa ciudadana europea “End the Cage Age” (Acabemos con las jaulas), que reunió al menos un millón de firmas de ciudadanos de la UE instando a la Comisión a poner fin al “trato inhumano” de los animales de granja que permanecen en jaulas durante la mayor parte de su vida.
La futura propuesta legislativa pretende la prohibición del uso de jaulas para cría en gallinas ponedoras, conejos, pollitas, reproductoras de pollos de engorde, reproductoras de gallinas ponedoras, codornices, patos y gansos, animales a los que hace referencia la iniciativa ciudadana.
El anuncio forma parte de la revisión prevista de la legislación europea en materia de bienestar animal, con condiciones que se determinarán sobre la base de los dictámenes de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), los resultados de una evaluación de impacto y una consulta pública.
La Comisión también se compromete a promover medidas de apoyo específicas
La Comisión ha señalado que evaluará la viabilidad de trabajar para que la legislación propuesta entre en vigor a partir de 2027 y que incorporará los objetivos de la iniciativa en la aplicación del Pacto Verde y de la estrategia “De la granja a la mesa”.
Además, considerará opciones para elevar los niveles de bienestar animal en terceros países, como la introducción de reglas o normas para los productos importados que sean equivalentes a las de la UE o un requisito de etiquetado, de conformidad con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). La Comisión también se compromete a promover medidas de apoyo específicas en ámbitos relacionados como la Política Agrícola Común (PAC), el comercio, la investigación y la innovación.
Esta medida que ya tiene cierto recorrido, cuenta con un holgado favor de la sociedad civil, no así de los ganaderos, que se muestran contrarios ya que el coste de producción aumentaría por la adaptación de las explotaciones, no siempre fácil para todos.