La Comisión Europea (CE) propone elevar de 7.500 a 40.000 millones de euros el Fondo para la Transición Justa previsto para ayudar a las regiones más afectadas por la transición ecológica a avanzar hacia la economía descarbonizada del futuro, de los que España recibiría 1.806 millones.
En la propuesta anterior a la pandemia de coronavirus, la Comisión proponía para España 376 millones de ese fondo, el 4 % de los 7.500 millones de la partida, mientras que el monto actual representa el 4,51 % de los 40.000 millones presupuestados en precios de 2018 (lo que supondría unos 44.000 millones en 2020).
La gran beneficiada del fondo sigue siendo Polonia, un país con gran implantación del carbón que recibiría 8.000 millones de euros, el 20% del total del fondo. Le siguen Alemania (5.152 millones), Rumanía (4.449), República Checa (3.413), Bélgica (2.693), Francia (2.142) e Italia (2.141).
El plan presentado el miércoles por la CE para relanzar la economía de la Unión Europea tras la pandemia se basa en un fondo de recuperación con 750.000 millones de euros y en un presupuesto comunitario (Marco Financiero Plurianual, MFP) para 2021-2027 de 1,1 billones, lo que eleva el absoluto a 1,85 billones de euros.
Para pasar de 7.500 a 40.000 millones de euros, el Fondo para la Transición Justa se nutrirá con 2.500 millones adicionales del próximo MFP y 30.000 millones del fondo para la recuperación, al que Bruselas llama «Próxima Generación UE».
España se sitúa como el octavo país que más ayudas recibirá para ayudar en la transición energética a las regiones más ancladas a actividades económicas llamadas a desaparecer, como la minería de carbón y la generación de energía a través de combustibles fósiles o la presencia de industrias altamente contaminantes.
Según el esquema de ese Fondo para la Transición Justa que manejaba la Comisión Europea antes de la pandemia, las provincias españolas a las que llegarían esas inversiones en empleo, infraestructura o formación eran Asturias, León, Palencia, Coruña, Teruel, Cádiz, Córdoba y Almería. Pero el espectro podría ampliarse al multiplicarse por más de 5 la dotación.
«No cambiaremos toda la estructura, pero por supuesto podemos considerar una cierta ampliación de los territorios, es parte del diálogo en curso» entre la Comisión Europea y los Estados miembros para «seleccionar las áreas específicas», explicó en una rueda de prensa la comisaria europea de Cohesión, Elisa Ferreira.
La propuesta de la Comisión no contempla la posibilidad de financiar retrospectivamente inversiones ecológicas ya acometidas porque supondría abrir «la caja de pandora», añadió.
Ese fondo para la transición ecológica también se verá reforzado a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI), que ofrecerá al sector público líneas de créditos en condiciones favorables para desarrollar la descarbonización energética con 1.500 millones de euros en subvenciones del presupuesto de la UE y hasta 10.000 millones en préstamos.
Bruselas espera que esas inversiones en proyectos relacionados con la energía, el transporte, las infraestructuras, los sistemas urbanos de calefacción o la eficiencia energética «movilicen» un total de entre 25.000 y 30.000 millones de euros y contribuyan a que se generen inversiones privadas por valor de 150.000 millones.
La CE quiere que el próximo MFP destine un 25 % del presupuesto para 2021-2027 a la acción climática.
«Tenemos que asegurarnos que las inversiones que hagan son del siglo XXI», resumió el vicepresidente ejecutivo de la CE para el Pacto Verde, Frans Timmemans.
El fondo de recuperación y el presupuesto diseñado por la Comisión Europea para esta transición ecológica deben aún ser avalados por los Estados miembros por unanimidad, negociación que tendrá lugar en un Consejo Europeo el próximo 19 de junio, y ser aprobados después por el Parlamento Europeo.