La Comisión Europea (CE) ha autorizado a los agricultores y a las asociaciones a poner en marcha medidas de regulación de la oferta de vino durante seis meses, para paliar las pérdidas económicas como consecuencia del coronavirus, según un reglamento publicado este martes.
El Diario Oficial de la Unión Europea (UE) publica dicha normativa, que tiene como objetivo ayudar a los vitivinicultores ante los “desequilibrios del mercado” por la pandemia, las restricciones de movimientos, el cierre del turismo y, en consecuencia, la caída del consumo.
Bruselas autoriza los acuerdos relativos a la producción de uvas de vinificación y vino entre agricultores, asociaciones, organizaciones e interprofesionales reconocidas.
La propagación de la enfermedad y las medidas vigentes han limitado la disponibilidad de mano de obra, lo cual compromete, en particular, las fases de producción, elaboración y transporte de uvas de vinificación y vino, según la reglamentación.
El cierre obligatorio de restaurantes, hoteles y bares, así como la anulación de actos festivos y celebraciones como bodas, cumpleaños y eventos empresariales han interrumpido durante varios meses la actividad de los sectores de la hostelería y la restauración, provocando graves daños a las ventas y la oferta de vino y, de paso, a la próxima vendimia, ya que muchas bodegas están llenas de stocks y se niegan a coger más uva.
Además, el turismo y las actividades de enoturismo tales como las degustaciones, las ferias y las compras en el lugar de producción se han visto muy perturbados en la mayoría de los Estados miembros desde marzo de 2020, según la CE.
La campaña vitivinícola se extiende del 1 de agosto al 31 de julio del año siguiente.
La UE posee el 45 % de las zonas vitícolas del planeta y representa el 65 % de la producción global, el 60 % del consumo mundial y el 70 % de las exportaciones a terceros países; España es el tercer productor comunitario.