La comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, ha pedido este lunes 19 diferenciar entre el acuerdo comercial en negociación con Estados Unidos, el TTIP, y el ya cerrado con Canadá pero aún pendiente de ratificación CETA, que tildó del «mejor» pacto de esas características logrado por la UE.
«El CETA es el CETA. No es el TTIP», puntualizó Malmström en una conferencia con 130 organizaciones de la sociedad civil antes de la reunión informal de ministros de Comercio de la Unión Europea (UE) de este viernes en Bratislava.
Países como Austria han criticado ambos acuerdos, mientras que el TTIP ha cosechado aún más posturas en contra, de socios como Francia o Alemania.
«El CETA es, me atrevo a decir, el mejor acuerdo comercial nunca negociado por la UE. Beneficiará a consumidores, trabajadores y empresarios en toda Europa y Canadá», sentenció Malmström.
a diferencia del ttip, reconcoe que en el CETA las negociaciones han estado sujetas al escrutinio público desde el primer día
La comisaria sueca recordó que el texto final del acuerdo con Canadá -país «que es cercano a nosotros de muchas maneras, históricamente y en términos de valores compartidos»- está disponible en línea «desde hace dos años».
«Así que las negociaciones han estado sujetas al escrutinio público desde el primer día y el resultado es conocido desde hace algún tiempo ya», enfatizó, por lo que «seremos capaces de tomar una decisión transparente e informada».
Malmström insistió en que el CETA traerá «oportunidades económicas» con efecto inmediato como puede ser la abolición de más del 98% de los aranceles entre las dos partes, que cuestan unos 400 millones de euros al año.
Además, habrá una «apertura sin precedentes» a empresas europeas de las licitaciones públicas de autoridades nacionales, provinciales o municipales en Canadá, dijo.
También se refirió a que mejorará la cooperación en materia de regulación para ayudar a las empresas de ambas partes a cumplir con las normativas para los productos, «a la vez que se mantienen los altos estándares».
Para el sector agrícola auguró igualmente «nuevas oportunidades» a través de cuotas para las exportaciones y mejor protección de las indicaciones geográficas.
Malmström garantizó que las autoridades «mantendrán total libertad para organizar los servicios públicos como quieran» ya que «no habrá obligación de privatizar ningún servicio».
Por lo que se refiere al sistema de tribunales incluido en el CETA para resolver las disputas entre Estados e inversores, que ha sembrado desconfianza en la sociedad civil por el temor a que sustituya a la justicia nacional, la comisaria dijo que «protegerá completamente a los inversores sin interferir en el derecho a regular a todos los niveles de gobierno».
Aseguró que esos tribunales y su correspondiente mecanismo de apelación estarán compuestos de jueces preseleccionados y afirmó que la idea es que su modelo sea instaurado a nivel internacional.
Malmström, junto a la ministra canadiense de Comercio internacional, Chrystia Freeland, indicaron en un comunicado conjunto este domingo que esperan dar todas las «aclaraciones formales necesarias» para disipar las dudas sobre el CETA.