En la rueda de prensa posterior tras reunirse en Santander con las Organizaciones Profesionales Agrarias, cooperativas y resto del sector en Cantabria,, García Tejerina ha destacado que, a pesar de que la propuesta inicial de la Comisión era “muy contraria a los intereses españoles”, el acuerdo alcanzado en Luxemburgo es “muy positivo, ya que recoge la práctica totalidad de las reivindicaciones españolas”. “Y les puedo asegurar que mejora sensiblemente el acuerdo del Consejo del pasado mes de marzo”.
En definitiva, “con esta Reforma no sólo se ha conseguido corregir los defectos de la propuesta de la Comisión Europea para adaptarlos a la realidad de la agricultura española, si no que nos permite corregir los defectos del sistema de ayuda actual y orientar así los pagos directos hacia una agricultura realmente activa, que nos permita mantener la actividad económica de nuestro sector agrario, generando con ello crecimiento y empleo”, ha añadido.
Un futuro próspero para todo el sector
Así, según señaló, “la nueva PAC va a permitir a los agricultores y ganaderos contar con un presupuesto muy importante hasta el año 2020, y una estabilidad y reglas de juego que nos van a permitir un futuro próspero para el sector”, ha asegurado.
De esta forma, España ha conseguido para el sector agroalimentario un presupuesto comunitario para este periodo de 47.000 millones de euros, a lo que habría que añadir la cofinanciación del Estado español, “por lo que podríamos hablar de una cifra superior a los 50.000 millones de euros”. Por lo tanto, el primer objetivo de contar con un presupuesto adecuado, a la espera de su aprobación definitiva por el Parlamento Europeo, “está salvaguardado para los intereses de nuestro sector”.
También ha explicado que el segundo objetivo era evitar que las ayudas se diluyeran ante la idea de la Comisión de ampliar las hectáreas elegibles, lo que hubiera reducido la ayuda media que recibe España. En este sentido, “hoy tenemos la tranquilidad de que las ayudas se centrarán en los 22,4 millones de hectáreas que son las declaradas en el Régimen de Pago Único de 2011, es decir, que el dinero de la PAC se queda en las explotaciones de los profesionales agrarios”.
A este respecto, García Tejerina ha incidido en el hecho de que los pequeños agricultores (los que cobran menos de 1.250 euros al año) no están sujetos a la convergencia, lo que en Cantabria supone alrededor de 1.300 perceptores. Además, tampoco tienen que converger las ayudas acopladas, muy importantes en el caso de la vaca nodriza y del sector lácteo.
La importancia de las comarcas agrarias
A esto hay que añadir la “gran flexibilidad” que la Comisión le ha concedido a España a la hora de definir las regiones o comarcas dentro de las cuales hay que converger, “de tal manera que no se produzca un proceso de redistribución entre ayudas que comprometa la viabilidad de las explotaciones”, ha aclarado la secretaria general, quien ha valorado de manera positiva la inclusión de una cláusula de salvaguarda “para que, dentro de una región, cada agricultor no pueda perder más del 30% de las ayudas.
En definitiva, la suma de todos los elementos que influyen de una manera directa en el proceso de convergencia interna “van a amortiguar enormemente el flujo de ayudas entre explotaciones y nos garantizan la viabilidad de todos los sectores productivos en toda la geografía española”, indicó Isabel García Tejerina.
Unas ayudas acopladas que beneficiarán al sector ganadero
Otro aspecto importante para los agricultores es que la significativa reforma de la modulación o devolución de un porcentaje de las ayudas a partir de determinadas cantidades (10% para perceptores que cobraran entre 5.000 y 300.000 euros; y 14% para cantidades superiores). A partir de ahora, solo estarán sujetos a modulación productores que perciben más de 150.000 euros, lo que supone que 2.675 ganaderos y agricultores de Cantabria no tendrán descuentos a partir de la entrada en vigor de esta reforma.
Asimismo, García Tejerina ha apuntado que las ayudas acopladas en el caso de España podrán superar el 13%, “algo especialmente importante para los sectores ganaderos” y en especial del sector lácteo y la vaca nodriza.
Por otro lado, ha explicado cómo se ha incrementado el precio que desencadena la apertura de intervención pública de carne de vacuno en un 21 por ciento. Además, ha proseguido, se ha prolongado un mes el periodo en el que anualmente está abierta la intervención de mantequillas.
Asimismo, se ha conseguido incrementar las cantidades de mantequilla que puede comprar la intervención en un 60 por ciento y se han recuperado las ayudas al almacenamiento privado de quesos de larga maduración.
En relación con las medidas excepcionales en caso de desequilibrios en el mercado en el sector de la leche y productos lácteos, se ha incluido un nuevo considerando para garantizar una actuación de la Comisión cuando exista un desequilibrio de mercado o u problema específico en el mercado de la leche y productos lácteos.