El presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, ha informado de que la campaña de montanera ha concluido con una situación positiva en cuanto a los precios, ya que se han alcanzado máximos históricos manteniéndose así la tendencia al alza de los últimos dos o tres años.

Por tanto, las cifras de esta campaña de montanera ayudan a compensar las pérdidas por la situación de crisis que atravesó el sector con “unos precios que se encontraban por debajo de los costes de producción y de la que se ha salido gracias, entre otros factores, a la entrada en vigor de la norma de calidad del cerdo ibérico”.

La montanera es la última fase de la cría del cerdo ibérico en la que se deja pastar al cerdo en la dehesa para su engorde. La fase de montanera comienza en octubre, coincidiendo con el periodo de maduración de la bellota, pero la duración de esta etapa varía con frecuencia en función de la climatología, que además es determinante para que los cerdos la cubran de una forma óptima.

En este caso, la campaña de montanera ha sido desigual en las distintas zonas y corta, puesto que la bellota empezó a caer tarde y de forma muy concentrada, permitiendo, no obstante, las buenas condiciones para un jamón ibérico de bellota con “la máxima calidad y excelencia para competir con los mejores productos del mercado”.

Asaja valora la Norma de Calidad pero considera que es necesario mejorarla por la Superficie Arbolada Cubierta

En cuanto a la implantación de la norma de calidad del ibérico, desde Asaja se valora que ha sido positiva, pero se traslada la necesidad de mejorarla, concretamente por la Superficie Arbolada Cubierta (SAC) recogida en esta norma, determinando que “se deben corregir algunas disfunciones que perjudican gravemente a la carga ganadera en montanera”, por lo que es necesario que se incluyan otros parámetros para valorar la producción de bellota además del actual.

En el Valle de Los Pedroches, se sitúan algunas de las mejores dehesas de España, con una elevada densidad de encinas, pero, a pesar de ello, “muchas explotaciones se quedan por debajo del 30% de SAC y por lo tanto se quedan por debajo de un cerdo por hectárea”.

Esta situación les perjudica frente a otras zonas cuyos suelos son más pobres, con mayor pendiente y suelos  con superficie arbolada cubierta muy superior al 35%. Este método de cálculo de la SAC “favorece a fincas con una producción de bellota baja o incluso con suelos de elevada pendiente e invadidos de matorral frente a dehesas con suelos de poca pendiente con árboles frondosos y donde la producción y el aprovechamiento de la bellota es mucho mayor”.

De este modo, el método utilizado para la determinación de la fracción de cabida cubierta es un método de determinación genérica que “no ha podido técnicamente tener en cuenta la calidad y sobre todo el potencial productivo de las quercíneas”. Por ello, se ha destacado que “es muy importante diferenciar si el arbolado de la parcela es predominantemente encinas, alcornoque o quejigo, ya que la producción de bellota no es la misma o si se trata de una dehesa cuidada, en la que las encinas se podan para que la producción de bellota sea mayor e incluso dependiendo del año se tratan fitosanitariamente para combatir plagas que podrían disminuir la producción”.

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