La campaña del cultivo del maíz en la comunidad autónoma extremeña, que empezará en torno a 15 días, dispondrá de un número de hectáreas similar al año pasado y buenas perspectivas de producción, pero estará marcada por una situación «muy preocupante» de precios a la baja.
El presidente de Coag Extremadura, Juan Moreno, ha explicado a Efe que la producción dependerá de los rendimientos que se obtengan una vez se inicie la recolección en las casi 50.000 hectáreas destinadas este año a este cultivo en la comunidad.
Estos rendimientos estarán supeditados a las condiciones climatológicas de las próximas semanas, aunque en principio se esperan niveles aceptables.
El cultivo se encuentra sin embargo en una situación de precios «de ruina», debido a decisiones internacionales
El cultivo no ha sufrido hasta ahora inclemencias meteorológicas adversas, no ha tenido problemas de riego pese a las pocas precipitaciones registradas este año en la comunidad autónoma, ni se han detectado plagas, por lo que estos rendimientos podrían estar entre los 12.000 y los 14.000 kilos por hectárea.
El cultivo se encuentra sin embargo en una situación de precios «de ruina», debido a decisiones internacionales, con cotizaciones similares a las registradas el año pasado, en torno a los 180 euros la tonelada.
El problema es que «estos precios a la baja también son similares a los que había hace 30 años», ha lamentado el máximo responsable de Coag en la comunidad autónoma.
En definitiva, desde Coag se espera que el mes de septiembre sea positivo para este segmento para que se alcancen buenas cifras de producción, y espera que las administraciones aborden la problemática de los precios a la baja en este y otros cultivos.
Septiembre también será clave para otros cultivos extremeños, principalmente para el olivar, donde es «muy necesario» que se produzcan precipitaciones después de un periodo de meses prolongado de ausencia de lluvias.
«El olivar está acusando mucho la sequía de los últimos meses, y lluvias importantes en la primera quincena de septiembre serían fundamentales para recuperar una parte importante de la cosecha», ha incidido el presidente de Coag.
En caso contrario «se puede avecinar una catástrofe, ha explicado Juan Moreno.
No obstante, en el caso de otros cultivos como el viñedo, el hecho de que durante verano no se hayan registrado periodos prolongados de altas temperaturas ha hecho que esta ausencia de lluvias no haya tenido «efectos aún mayores».