EFE.- En total, se actuará sobre más de 364 kilómetros para reducir el riesgo de incendios a causa de las pelusas que producen los árboles de la ribera, principalmente el chopo y el álamo blanco.

La campaña, que consiste en la aplicación de agua sobre la pelusa para disminuir su potencial de inflamación, se está desarrollando desde hace unas semanas en Lleida y está previsto que finalice a principios del mes de junio en la parte más oriental de Cataluña, dependiendo de los distintos períodos de floración.

La polinización de estas especies se realiza durante los meses de abril y mayo a través de unas semillas minúsculas con largos pelos algodonosos -conocidas popularmente como pelusas- que pueden ser transportadas muy lejos por el viento.

En las zonas donde abundan estos árboles, se forman en el suelo masas algodonosas de semillas que, a causa de su estructura volátil y ligera, son altamente inflamables, aunque en los últimos años no se hayan producido muchos incendios en estas áreas debido a la elevada pluviometría.

La campaña de prevención se centrará en las comarcas de Lleida (Noguera y Segrià), Cataluña Central (Anoia, Solsonès, Bages, Berguedà y Osona) y Barcelona (Baix Llobregat, Garraf, Maresme, Vallès Occidental, Vallès Oriental y Alt Penedès).

En las riberas habitan muchas especies diferentes, especialmente de pájaros, que en esta época inician el período reproductor, y concentran una gran afluencia de gente, tanto para la práctica de deportes como para la observación de la naturaleza.

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