EFE.- Según ha informado en un comunicado Asociafruit, los últimos datos confirman la continuidad de la negativa trayectoria del sector de la patata temprana en los últimos cuatro años.

Esta asociación apuesta por la defensa de la patata fresca nacional frente a la importada de conservación por todo el sector como una de las medidas para superar la situación actual.

A la negativa situación del mercado se han sumado factores externos que han contribuido a agravar más la situación, como la reciente crisis del pepino, las intensas lluvias del pasado año, o la huelga de transporte entre otras.

Las consecuencias de la crisis de E-coli o del pepino han "sido desastrosas", ya que el estallido se produjo en la fase punta de recolección de la patata temprana, por lo que el cierre de mercados supuso que una cantidad significativa de patatas no se pudieran enviar a los mercados principalmente alemanes.

El cierre de fronteras ha supuesto una bajada de precios de un 50 %, pasando de los 0,25 euros por kilo en origen a 0,12 euros.

Además, la recuperación de la demanda no fue inmediata después de la apertura de fronteras sino que fue muy lenta y espaciada en el tiempo, provocando un exceso de oferta que hizo caer los precios a niveles imposibles de mantener en mercado de exportación.

En el mercado nacional la situación se agravó más si cabe al intentar colocar aquí los excesos de oferta a la exportación, según Asociafruit.

Las pérdidas se han debido a una reducción significativa de márgenes de rentabilidad y a dejar de recolectar la patata al situarse el precio por debajo de los costes de explotación.

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