El efecto acumulado de ambas circunstancias ha sido que los productores, a pesar de la reducción de cosecha, no han visto subir precios sino que, por el contrario, se encuentran en torno a un 20% de media por debajo del nivel de la campaña pasada, según ha indicado Domínguez.

     Frente al descenso de la comercialización en fresco, los envíos con destino a la industria se han incrementado en torno a un 50% con respecto al año pasado, en el que tan solo representaron una cuarta parte del total.

     Sin embargo, los precios de la fresa para transformación son sustancialmente menores, entre 25 y 30 céntimos por kilo, por lo que muchos agricultores están encontrando dificultades para cubrir los costes de producción y recolección, explica Domínguez.

     Como ejemplo de esta bajada de precios, en el mercado central de Perpiñán, la bandeja de medio kilo de fresas se pagó esta semana a una media de 1,25 euros, mientras que hace un año alcanzaba los 1,50. Francia es el segundo destino de la fresa española, con cerca de 75.000 toneladas en 2012.

Con la mejoría climática llega la competencia foránea


     En lo que resta de campaña, algo más de un mes, el sector espera que el buen tiempo actual permita mejorar la calidad del cultivo, así como reactivar el consumo.

     No obstante, a estas alturas de la temporada la fresa española tiene que competir con la producción de otros países como Francia e Italia, que comienzan a llegar al mercado, a las que se sumará en breve las de Bélgica, Alemania y Turquía.

     En el lado positivo, ya ha terminado la competencia de Marruecos, que ha concluido su propia campaña también marcada por las lluvias, ha recordado Domínguez.

     La situación de la fresa se repite para la frambuesa, cuya campaña comercial coincide en el tiempo, aunque en este caso la reducción de la producción ha sido menor, en torno a un 10% con respecto al año pasado según Freshuelva, y el precio ha resistido mejor, aun con una bajada también del 10%.

     Está por ver cómo se desarrolla la temporada para la mora y el arándano, cuya recolección se inicia ahora y que en principio se han visto menos afectados por las lluvias de primavera por encontrarse en un estado de desarrollo menos avanzado, aunque la falta de luz podría afectar a la maduración.

     Según los datos de Freshuelva, estas dos berries han registrado los mayores aumentos de superficie este año, de un 14% para la mora y del 24% para el arándano, mientras que la extensión de frambuesa fue un 5% menos.

     El incremento, sin embargo, no es directamente proporcional en producción, ya que por ejemplo, en el caso del arándano, el arbusto comienza a dar fruto a partir de los tres años.

    Pese a estos aumentos, la fresa sigue representando más de 75 % de la superficie cultivada para frutos rojos, con unas 6.830 hectáreas sobre las 8.991 hectáreas totales en Huelva.

    El año pasado, la producción de frambuesa se situó en torno a las 11.000 toneladas, la de mora, a las 750, y la de arándano, a las 9.500

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