Tras la publicación del Reglamento de desarrollo del impuesto catalán a las bebidas azucaradas envasadas, las organizaciones que representan tanto a la cadena agroalimentaria -sector primario, industria transformadora, y la distribución- como a la restauración, avanzarán en las distintas acciones legales contra el impuesto catalán a las bebidas envasadas azucaradas, conocido comunmente como IBAE. Dichos sectores contribuyen en más del 15% del PIB nacional y más del 22% del empleo total del país, lo que supone unos 4.300 millones de empleos.
Tras el estudio sobre la constitucionalidad del impuesto elaborado por URÍA MENÉNDEZ, las asociaciones del sector agrario (ASAJA, COAG, UPA), Cooperativa Agroalimentarias, AECOC, de la industria (FIAB y PROMARCA), de los sectores de la distribución (ANGED, ASEDAS, ACES), y de la restauración (Marcas de Restauración), tienen argumentos claros para recurrir en lo contencioso administrativo el Reglamento del impuesto.
También se está valorando presentar una queja a la Comisión Europea al incumplir el derecho de la UE
Los representantes de la cadena agroalimentaria considera que esta norma, «que vulnera principios tan relevantes como el de territorialidad, obstaculización de la libre circulación de mercancías y servicios en el territorio nacional, el principio de prohibición de doble imposición no coordinada, de seguridad jurídica, el de igualdad y no discriminación, y la libertad de circulación de mercancías, entre otros, genera a la cadena agroalimentaria que opera en Cataluña una pérdida de competitividad por las cargas desproporcionadas que suponen para las empresas y la consecuente inseguridad jurídica».
Por otra parte, desde la cadena agroalimentaria ven que este impuesto «incumple el Derecho de la Unión Europea por lo que también se está valorando presentar una queja a la Comisión Europea».
Consecuentemente, los sectores de la producción agraria, la industria agroalimentaria, la distribución comercial y la restauración continúan con todas las acciones legales a su alcance contra el impuesto catalán a las bebidas azucaradas envasadas, para frenar una norma, de carácter fundamentalmente recaudatorio, y que afecta muy negativamente a un sector motor de la economía española y primer sector industrial del país.
Al mismo tiempo, las empresas agroalimentarias continúan con su trabajo y esfuerzo por poner al alcance del consumidor alimentos que les permite mantener una dieta sana y equilibrada, apostando fuertemente por la innovación y dando respuesta a la demanda e intereses del consumidor.