El conseller de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, Josep Maria Pelegrí, ha destacado que Raimat es un ejemplo en varios sentidos, por sus cien años de existencia, por la extensión de sus viñedos y su evolución, así como porque Raimat, aunque se identifica con Codorniu, conserva su nombre propio.
Por último, Pelegrí se ha referido a la internacionalización, del grupo, algo que da valor al campo y al mundo rural en definitiva. Pelegrí ha explicado también que hay un convenio entre el Departamento, Codorniu y el IRTA con una empresa en California para lograr vinos de calidad con el menor gasto de agua posible.
La idea, según ha explicado el director de viticultura, Xavier Farreny, es hacer el mejor vino con la menor agua posible y de forma sostenible.
Cuatro generaciones han vivido y desarrollado esta bodega
En el acto se ha catado el vino Raimat 100 en la misma viña de dónde se ha recogido la uva y los enólogos encargados de guiar la cata han explicado que el vino se ha creado después de una gran selección, muy exhausta, que ha llevado muchos meses y pruebas antes de su edición definitiva.
La presidenta de Codorniu, Mar Raventós, ha recordado que han sido cuatro generaciones las que han vivido y trabajado en Raimat, que han hecho posible el centenario de la bodega y que han seguido el legado de Manuel Raventós, fundador de Raimat.
En el ámbito internacional, los mercados escandinavos son los principales ya que representan un 15% del negocio de la bodega. Le siguen Estados Unidos, Reino Unido, Suiza y Holanda, aunque la clara apuesta de la expansión de la marca continua siendo el mercado doméstico, representando un 70% de las vendas.
Cien años después, Raimat se ha convertido en una de las bodegas de vinos y cavas más importantes del sector con un viñedo único en Europa, con la totalidad de su producción certificada como Viticultura Integrada, y parte de ella como ecológica.
(Foto: Archivo)