Cerca de 40 expertos ha participado en la jornada sobre tendencias de mejora genética en producción hortofrutícola en Don Benito, con el objetivo de mostrar las nuevas tendencias de biotecnología vegetal y sus posibilidades, como intentar alcanzar 150 toneladas de tomate por hectárea y apuesta por la mejora génetica de la almendra.
En la jornada se ha debatido sobre financiación, ciencia aplicada y empresa, y se ha puesto de manifiesto el valor añadido que la investigación aporta a la actividad económica de producción vegetal y cómo esto puede estimular al sector privado para emprender actividades de I+D y colaboraciones con centros públicos de investigación.
Los laboratorios deben ofrecer respuesta a los desafíos productivos y adaptarse a lo que demanda el mercado
Según el coordinador de la plataforma tecnológica de Biotecnología Vegetal (Biovegen), Gonzaga Ruiz, estimular la relación entre empresas y científicos incentivando la investigación y el desarrollo «es la vía principal para que el consumidor final se vea beneficiado».
En este sentido, ha apuntado que el consumidor es cada vez es más exigente por lo que los laboratorios deben ofrecer respuesta a esos desafíos productivos y adaptarse a lo que demanda el mercado, aunque siempre apostando por mejorar la calidad.
En el apartado de ciencia aplicada para la mejora genética, el director de CTAEX, José Luis Llerena, ha destacado que el reto en el sector del cultivo del tomate es llegar a una producción media de 150 toneladas por hectárea gracias a la biotecnología y a otras técnicas auxiliares como la fertilización y el manejo de plagas y enfermedades.
No obstante, ha destacado que el trabajo está dando buenos resultados ya que se ha aumentado de 50 toneladas de tomate por hectárea en el año 2000 a un rendimiento medio de 92 toneladas en la actualidad.
Para ello, CTAEX trabaja en la búsqueda de nuevas variedades que agrupen la cosecha por tiempo «para que la maduración no sea tan escalonada y que tengan una mayor resistencia a plagas y enfermedades».
Se trabaja con la mejora genética para lograr un rendimiento de almendra pelada muy superior al actual
El también técnico del CTAEX, Inocencio Blanco, ha expuesto el trabajo desarrollado en torno a cultivos como el tabaco en la comarca de Valle del Alagón y Tiétar, donde durante años se ha trabajado con variedades que se adapten a los gustos del fumador, buscando vía genética resistencia a las enfermedades del suelo que se han ido produciendo.
Blanco ha señalado que en la actualidad el 90 por ciento del tabaco que se planta en Extremadura es resultado del programa de mejora genética puesto en marcha.
Entre los retos, este investigador de Ctaex ha planteado la búsqueda de proteínas procedentes del tabaco «para lograr moléculas de alto valor en medicina», así como diferentes formas de consumir el tabaco además de a través de los cigarrillos.
En cuanto al cultivo del almendro, en la región se trabaja con la mejora genética para lograr un rendimiento de almendra pelada muy superior al actual, a través de la fertirrigación al estilo California.
De este modo, se va «por buen camino», ya que de las 500 hectáreas de almendro en la región se ha pasado a 2.000 en dos años.
En esta jornada también se han expuesto los resultados en la aclimatación del cultivo subtropical de la stevia, procedente de Paraguay «y en el que estamos más verdes ya que hay que seguir trabajando para adaptar esta planta a nuestro clima».
Finalmente, la coordinadora de proyectos del área de Fruticultura de Cicytex, Margarita López, se ha centrado en el programa de mejora genética de cultivos como el cerezo o la frambuesa en el Valle del Jerte, con el objetivo de obtener variedades «adaptadas a nuestro clima, terreno y condiciones de cultivo, pero con buenas propiedades organolépticas».
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