A continuación un resumen de los puntos que tocaremos:

La situación previa a la caída era un escenario de oferta y demanda muy ajustado en EEUU, dependiente de una buena cosecha Sudamericana en medio de año niña, y con necesidad de restringir consumo vía precios
La gran posición comprada de fondos se convierte en una amenaza que detona con los problemas financieros
El inconsciente colectivo tomó nota de que a EEUU se le están terminando los instrumentos de intervención y la economía no despega, y de que Europa no termina de dar una respuesta concluyente para frenar la crisis de la deuda que comenzó por Grecia pero amenaza a trasladarse a otros países, generando un nuevo “activo tóxico” en los balances de los bancos que son los títulos europeos.
Algunos nuevos elementos fundamentales se van agregando: más demanda de China, rindes de maíz mejores que lo previsto pero por debajo del USDA, y expectativa para el reporte de stocks trimestrales del viernes.
Localmente complicado avance de siembra de maíz, con estimaciones de siembra que se ponen en duda, y pronóstico reservado para el trigo.
Los cambios en el sistema comercial de maíz y trigo vienen lentos, así como las compras de exportadores de cosecha nueva, aún con diferenciales enormes sobre el FAS teórico.
Recomendaciones concretas: quienes vendieron 30% de soja y tomaron 30% de PUT local, ahora comprar CALL para las ventas hechas en su momento, y hacer piso y techo por el 40% restante. En maíz y trigo lo único que recomendamos fue compra de PUT en Chicago, no es todavía tiempo de tomar ganancias y pasarse al futuro vendiendo, esperemos a que aparezcan pedidos de ROE VERDE y más actividad compradora. Comprar PUT ahora en Chicago no luce muy atractivo por la fuerte baja sufrida.
La situación previa a la caída era un escenario de oferta y demanda muy ajustado en EEUU, dependiente de una buena cosecha Sudamericana en medio de año niña, y con necesidad de restringir consumo vía precios

Recordemos que esta situación se generó en el contexto de reservas muy ajustadas para EEUU, en el cual en primera instancia se sembró tarde y bajo el agua, atrasando el desarrollo de los cultivos, y luego una vez sembrado, sobrevino una seca en los meses claves del desarrollo de los mismos, que llevó al mercado a experimentar una fuerte suba.

Con el reporte del USDA de septiembre, todos los datos apuntaban a que el alza continuara en maíz. Se reconoció en la estimación de rindes un problema productivo, y como si eso fuera poco algunos creen que el rinde podría ser incluso menor al pronosticado.

En tanto si bien en soja los rindes se aumentaron, la relación de stocks/uso seguía muy ajustada, y además dependiente de lograr una muy buena producción Sudamericana, lo que no resultará fácil iniciando con reservas magras de humedad y pronóstico de año niña.

A medida que el USDA fue ajustando la oferta a la baja, tuvo que ajustar a la baja también el consumo, ya que las reservas de maíz son inexistentes en el mundo y EEUU, y las de soja en EEUU también. Por otro lado si bien hay soja en el mundo, esta se encuentra disponible en forma de stocks de seguridad en China, o reserva de valor en Sudamérica. La misma sólo se vende si los precios son tentadores, y lo cierto es que los niveles en los que estamos lo son. Pero en Argentina los productores se muestran muy reacios a vender en estos valores, y sólo habían comenzado a mostrarse a partir de 330 U$S/tt soja nueva y 340 U$S/tt en soja vieja.

La gran posición comprada de fondos se convierte en una amenaza que detona con los problemas financieros
Quedaban así pocos cabos sueltos de los que tomarse para justificar una baja, y por eso los mercados no hacían más que subir. Entre los cabos sueltos teníamos la presión de cosecha de EEUU, el hecho de que Brasil aún cuenta con reservas importantes, y a diferencia de los productores Argentinos que se aferran a los stocks a la espera de precios más altos, en Brasil se estuvo vendiendo activamente, calmando el hambre de China.

De todas formas los factores alcistas pesaban más. Los fondos especulativos haciendo lectura de esto, pasaron en el término de dos semanas de estar casi neutros a una posición comprada enorme, y en el medio los precios tuvieron una suba de igual magnitud.

Cuando los problemas Europeos comenzaron a arreciar en el mercado, los granos se contagiaron de sus bajas, y los operadores que estaban ganando en los libros buena diferencia, decidieron realizarla e incluso salir de las mismas antes de que la baja los atrapara. Las ventas que esto implicó generaron una baja. Sin embargo nada podía ponernos en evidencia de lo sucedido esta semana.

Hay dos acciones que explican esta liquidación. Por un lado la desesperación de los inversores individuales que ante el desconcierto por el cambio de escenario a nivel internacional piden “sáquenme de los mercados!” y esto lleva a liquidaciones masivas.

Por el otro lado, a medida que los mercados tienen fuertes pérdidas, y se muestran más volátiles que de costumbre, en muchos casos suben los requerimientos de garantías para mantener posiciones abiertas. Ya sea para cubrir pérdidas en los mercados que cayeron o para integrar los nuevos pedidos de garantías, los operadores toman ganancias en aquellos mercados en los que todavía tienen un buen desempeño. Llegó la hora de “romper el chanchito” y por eso además de las caídas tradicionales, en este caso hasta le oro esté teniendo bajas importantes.

Allí se puede apreciar como la venta de fondos incrementó fuertemente la posición neta vendida que ya se tenía en trigo, contrayendo la de los fondos índice, al tiempo que en maíz y soja la salida de especuladores fue muy significativa, y la de índices prácticamente nula.

Esto nos hace ver que por ahora la corrida es sólo a nivel de especuladores tradicionales y no de fondos financieros, con lo que podríamos encontrarnos con una situación todavía peor si la liquidación se generaliza.

El inconsciente colectivo tomó nota de que a EEUU se le están terminando los instrumentos de intervención y la economía no despega, y de que Europa no termina de dar una respuesta concluyente para frenar la crisis de la deuda que comenzó por Grecia pero amenaza a trasladarse a otros países, generando un nuevo “activo tóxico” en los balances de los bancos que son los títulos europeos.
Los problemas financieros tienen dos frentes: Europa y EEUU. En el caso de Europa, es cada vez más difícil que Grecia pueda cumplir con las pautas que los organismos le piden para liberar el próximo tramo del salvataje. A medida que se van implementando ajustes, la reacción popular negativa, los paros, y el miedo paralizan la producción, hacen caer la actividad económica y perder recaudación y actividad, entrando en una espiral que va llevando a indicadores cada vez peores de performance tanto fiscal como de la economía. Fruto de esto, las calificadoras comienzan a ver con cuidado a los bancos que tiene bonos griegos en stock, y también a los que disponen de bonos de aquellos países que quedarían en la lista de riesgosos si Grecia termina cayendo, que son Italia y España. La caída de la calificación de los bancos llevó a que los inversores trataran de salirse de las posiciones riesgosas causando una crisis de confianza.

En cuanto a EEUU, los datos que se van sucediendo sobre la marcha de la economía, especialmente los relacionados al empleo, distan de los esperados, especialmente cuando se tiene en cuenta que en los últimos años el Estado saneó los bancos tomando sus activos tóxicos y fondeándolos para evitar una crisis mayor, mantuvo la tasa de interés de corto plazo prácticamente en cero, y hubo dos programas de estímulo financiero comprando bonos de corto plazo. Con todas estas medidas sólo se logró que la economía tuviera un crecimiento modesto, que no fue suficiente para mejorar los parámetros de empleo.

En medio de todo esto, el poder político del Presidente Obama fue cayendo y el desgaste más notorio fue el pacto al que tuvo que llegar para evitar el default de EEUU comprometiéndose a ajustar el déficit, la reducción en la calificación de riesgo de su país, y finalmente el resultado de la reunión de la Reserva Federal de esta semana.

En la reunión lo que se dispuso es realizar la operación “twist” que ya se había ensayado en 1961 y que consiste en vender títulos públicos de corto plazo, para comprar títulos de largo plazo, bajando así la tasa de largo plazo. La medida apunta tradicionalmente a reducir la tasa de largo plazo, para que los capitales se inviertan en la economía real en lugar de activos financieros, y las empresas se animen a tomar más riesgos y emprender proyectos al bajar el retorno de inversiones similares. El mercado esperaba este anuncio, pero se desilusionó por tres factores:

El comentario de que la economía está en problemas.
El descenso dentro de la FED. 2 de los 10 directores no estaban de acuerdo con la medida. Esto está relacionado con la carta abierta que los Republicanos enviaron a la Reserva Federal pidiendo que se abstuvieran de seguir modificando las variables monetarias.
La tibieza de la medida tanto en los plazos más largos de realización que los esperados (7 meses) como en los montos de la operación 400.000 millones de dólares.
El comportamiento de los activos financieros en este sentido deja muchísimo que desear, y el flujo de dinero fuera de los mercados es innegable e incesante. Sin embargo el viernes se notó algo más de duda en el mercado con algunas señales de que los precios se quería estabilizar.

Algunos nuevos elementos fundamentales se van agregando: más demanda de China, rindes de maíz mejores que lo previsto pero por debajo del USDA, y expectativa para el reporte de stocks trimestrales del viernes.
Al margen de esto la demanda empieza a dar señales de movimiento. Ya antes de la profunda baja habíamos tenido comentarios de que China había comprado maíz norteamericano. Luego en el proceso de baja, dos días el USDA reportó ventas de soja de EEUU a China, y hay comentarios de que se habrían asegurado cinco barcos esta semana. Esto sería una buena noticia para los precios, ya que el pánico sólo se detendrá cuando se produzcan dos factores: en primer lugar que aparezca algún plan creíble para sacar a EEUU y Europa de este escenario. En segundo lugar que se vean señales calaras de que los precios ya están demasiado bajos.

Por otro lado comenzaron a discutirse las estimaciones de importaciones de maíz de China para el año próximo y los rangos van de 8 mill.tt. estimadas por el Consejo Internacional de Granos a 15 mill.tt. estimadas por privados.

Del lado negativo tenemos comentarios de rindes de maíz mejores que los previstos en EEUU, y algunas firmas que están proyectando más rinde en EEUU, incrementando la oferta. Frente a esto, los datos que nosotros estamos tomando de la página www.agweb.com siguen por debajo de las proyecciones del USDA, y si bien esto no es una fuente estadísticamente confiable, ya que los datos reportados en realidad son de quienes tuvieron la voluntad de hacerlo, y no de una muestra representativa de productores, al menos marca una tendencia.

El viernes próximo en tanto saldrá un reporte sobre stocks al 1 de septiembre que es la estimación final de existencias de la campaña. Se cree que este dato podría ser negativo para el maíz, ya que sus altos precios deberían haber racionado el consumo más de lo previsto. En el caso de la soja es posible que se vea algún dato positivo.

Localmente complicado avance de siembra de maíz, con estimaciones de siembra que se ponen en duda, y pronóstico reservado para el trigo.
En el mercado local Argentino tenemos que destacar en primer lugar que las lluvias que se dieron el fin de semana pasado no fueron todo lo que se esperaba y que finalmente si bien la siembra de maíz se inició donde los aportes fueron algo mayores, en general gran parte de la zona núcleo se encuentra con humedad demasiado baja como para aventurarse a la siembra, especialmente con pronósticos de año niña. En este sentido lo lógico según lo que nos comentan los productores sería detener la siembra, y pasar a fechas tardías para evitar que la floración se produzca en el peor momento de la seca. Esto de todas formas tendría su impacto en rinde, pero además muestra lo difícil que será proyectar tanto el área como el rinde de m aíz en Argentina. Recodemos en este sentido que las proyecciones comenzaron en un 20% de aumento de área, pero que la Bolsa de Cereales de Buenos Aires ya habla de un 10%, con algunos analistas pensando más bien en el 15%. En cuanto a rindes lo que deberíamos tener en claro que en un año Niña el rinde no podría ser excelente. El siguiente cuadro muestra distintas hipótesis de producción, en la que se ve que para alcanzar los 27,5 mill.tt. estimadas por el USDA o las 30 mill.tt. que proyecta la Secretaría de Agricultura se necesitaría tanto mucha área sembrada, como un buen rinde, ambas cosas difíciles de sostener hoy

Por otro lado lo que también debemos considerar es que el año Niña afectaría también a la soja, y el mundo cuenta con que la producción sea importante en nuestro país. Este tema empezó a aparecer tibiamente en algunos reportes.

Los cambios en el sistema comercial de maíz y trigo vienen lentos, así como las compras de exportadores de cosecha nueva, aún con diferenciales enormes sobre el FAS teórico.
En cuanto a la propuesta de comercialización que venimos comentando, que realizó AFA y ya estuvo consensuando con la Secretaría de Agricultura, los comentarios actuales es que se sigue discutiendo al respecto.

Recordemos que el sistema prevé que cuando se tengan datos fidedignos de cuanto grano tendrá cada productor, en base a la información presentada en la AFIP por los mecanismos burocráticos que ya están en marcha (información sobre área sembrada, existencias, capacidad productiva y producción) se le habilitará a cada productor en una especie de cuenta corriente un tonelaje determinado de certificados de libre disponibilidad de mercadería, que con las ventas podrían transferirse a los exportadores.

Luego los exportadores para poder embarcar la mercadería deberán presentar los certificados adquiridos a los productores para cargar los buques.

Esto apunta a que ya no se distribuyan cupos para cada exportador, sino que esto se haga para cada productor, generando de esta forma que los exportadores deban entrar a pujar por hacerse de un mayor porcentaje de la producción

Los puntos que eran cuestionados son los siguientes:

La determinación de los certificados recién cuando la mercadería estuviera producida, y que los certificados se generaran por medio de acopios/cooperativas u otros intermediarios. Lo lógico sería que con sus declaraciones esta cuenta corriente de certificados se fuera alimentando automáticamente sin más trámites burocráticos que los ya existentes, que no son ir
Las ventas forward, que en el proyecto de AFA se contemplan hasta el 20%, porcentaje que en definitiva no queda muy claro porqué disponerlo de antemano, siendo que los productores toda la vida han vendido forward, y en porcentajes disímiles debido a los distintos niveles de seguridad productiva en las regiones geográficas, y por cuestiones culturales.
Otro punto controvertido era la creación de un fideicomiso que con dinero del estado comprara granos para después vendérselo al consumo interno a medida que lo necesitara, para evitar la situación que se viene dando año a año, donde e ausencia de ROE VERDE los exportadores se retiran, y lo que el consumo interno trata de comprar es menor a la capacidad de absorción de los mismos. Esto es muy resistido, porque recuerda mucho a la operatoria de la junta, que terminó en grandes desfalcos, corrupción y daño no sólo para las arcas del estado sino para el prestigio de Argentina.
Este proyecto parece muy verde, y finalmente paso a revisión de una comisión con lo que la discusión puede hacerse eterna.

Ahora bien, lo interesante es observar lo que estuvo pasando con los precios y los diferenciales FAS teóricos en todo este proceso. La caída de Chicago que se trasladó inicialmente en forma tibia a la soja local, finalmente se terminó acelerando también en el mercado Argentino, secándose la plaza de operaciones.

En cuanto al maíz y el trigo, los precios internacionales cayeron muy fuerte, y los locales prácticamente se mantuvieron haciendo que el diferencial FAS teórico contra el real se ajustara mucho y que en definitiva se mantuvieran los valores que veníamos trabajando. Este era el escenario más temido, que por un elemento que hoy no manejábamos ocurriera este ajuste en Chicago y que el diferencial bajará no por subas locales sino por caídas externas. En este sentido quienes compraron PUT de maíz en Chicago estarán de parabienes!

Recomendaciones concretas: quienes vendieron 30% de soja y tomaron 30% de PUT local, ahora comprar CALL para las ventas hechas en su momento, y hacer piso y techo por el 40% restante. En maíz y trigo lo único que recomendamos fue compra de PUT en Chicago, no es todavía tiempo de tomar ganancias y pasarse al futuro vendiendo, esperemos a que aparezcan pedidos de ROE VERDE y más actividad compradora. Comprar PUT ahora en Chicago no luce muy atractivo por la fuerte baja sufrida.
La pregunta es que hacer ahora, ya que vender a estos precios podría ser convalidar un precio de temor, que podría revertirse en el mediano plazo como ya sucedió en el 2008.

La respuesta depende de lo que se haya ejecutado antes del revés de mercado. Si hay un nivel de cobertura a la baja de 60% entre ventas y compras de PUT en soja nueva como veníamos recomendando, ahora sería momento de comenzar a comprarle CALL a las ventas de soja realizadas, preferentemente en el exterior. Por otro lado, por el 40% que quedaría sin cubrir a la baja, se podría ensayar una operatoria con pisos y techos para el 40% restante de la producción, si se quiere dejar todo atado y cerrado, o bien para los más osados que prefieran esperar el tiempo que sea para que los granos vuelvan a enfocarse en sus fundamentos, no deberían hacer nada, o comprar sólo PUT para evitar el peor escenario.

En cuanto al maíz y el trigo lo único que habíamos recomendado era comprar PUT en Chicago y esperar a que el diferencial entre el FAS teórico y el real se ajustara. Esos PUT van ganando con la baja de Chicago, y el FAS teórico de maíz especialmente se ha reducido notoriamente, pero sigue siendo elevado. Por esto deberíamos continuar esperando, en tanto y en cuanto sigamos viendo que hay espacio para que los exportadores pidan ROE VERDE, o que no hayan conseguido comprar la mercadería que tienen comprometida para exportación.

Para quienes no hicieron nada, debemos señalar que a pesar de la caída de precios tan fuere, los valores no son malos si se los mira objetivamente contra los costos de producción, los valores históricos y los objetivos de años anteriores. Lo que ocurre es que vimos valores muy buenos que quedaron grabados en nuestras retinas.

Por esto instrumentar ahora las mismas estrategias que recomendamos en su momento, no es mala idea, sólo que para elevar un poco los precios que se pongan como piso, deberían complementarse las compras de PUT con ventas de CALL poniendo además de un piso un techo para 30% de la producción, y vendiendo otro 30% en el caso de la soja.

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