La Audiencia Provincial de Madrid ha desestimado la apelación de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FENIL) y de su director, Luis Calabozo, contra la sentencia dictada por un Juzgado de lo Penal de Madrid en la que se exculpaba a un grupo de ganaderos y representantes sindicales por protagonizar un encierro en 2008.
Según ha informado el sindicato Asaja CyL en un comunicado, «ahora la Audiencia viene a confirmar la sentencia exculpatoria de todos los delitos de los que la federación de industrias lácteas acusaba a 9 ganaderos, cooperativistas y sindicalistas agrarios -entre ellos el secretario general de ASAJA de Castilla y León José Antonio Turrado-, por llevar a cabo un acto reivindicativo en su sede de la calle Ayala de Madrid el 3 de septiembre de 2008.
Abogados de la Federación de Industrias Lácteas y de su director general Luis Calabozo, han venido solicitando penas de presión de 3 meses e inhabilitación para el ejercicio de derecho de sufragio por un delito de allanamiento de morada; 6 meses de prisión por delito de coacciones; así como a la pena de 6 días de localización y responsabilidad civil de 80,87 euros por falta de daños.
la sentencia deja en evidencia, según los ganaderos, el mal talante de fenil entonces y ahora y que representan un freno a la actual crisis
La sentencia, contra la que no cabe recurso, pone de manifiesto, a juicio de Asaja, «el mal talante de la federación de industrias lecheras y de su director general, su falta de reconocimiento a la interlocución legítima con los representantes de los ganaderos a los que compran el producto, y su vocación de imponer precios y condiciones en la compra de leche abocando al sector a una situación de ruina como la que se viven en estos momentos».
ASAJA de Castilla y León considera que el director general de la Federación de Industrias Lácteas, Luis Calabozo, es «un obstáculo para el entendimiento con el sector productor, y pide a los empresarios españoles que lo aparten de la responsabilidad que le tienen encomendada».
En este sentido, ASAJA ha venido defendiendo, desde que se iniciaron las diligencias previas hace 7 años, que las diferencias entre el sector ganadero y la representación de los empresarios lácteos debían de enmarcarse en el ámbito de la relaciones interprofesionales, y que nunca debieron de llevarse al ámbito judicial.
Sin embargo, lamenta que «la patronal de las industrias, en vez de tratar de encauzar las relaciones para trabajar de una forma conjunta por el futuro del sector lácteo, ha optado a lo largo de todo este periodo por judicializar la causa con el fin de estigmatizar y dar un escarmiento ejemplarizante a unos representantes del sector ganadero que no hicieron otra cosa que defender de forma civilizada sus propios intereses y los de sus representados».
Por su parte, desde UCCL se recuerda que «el objetivo de los participantes en el encierro y de esta Organización Agraria era reunirse con el presidente de la Fenil y en todo momento, obtuvieron una rotunda negativa por parte de Luis Calabozo. Por eso, protagonizaron un encierro pacifico para llamar la atención sobre la difícil situación de los ganaderos de vacuno de leche de España y en particular de los de Castilla y León. Situación que los estaba llevando a la ruina, debido a que se pagaba la leche muy por debajo de los costes de producción, por prácticas abusivas de las industrias en las que se pactaban los precios».
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