La AICA se ha comprometido a realizar un exhaustivo Plan de Control para acabar con las prácticas abusivas en el sector hortofrutícola tras el encentro mantenido entre varios miembros de la sectorial de frutas y hortalizas de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) con los máximos responsables de la Agencia para la Información y Control Alimentarios (AICA) para compartir y analizar la problemática actual de la aplicación de la Ley 12/2013 de mejora del funcionamiento de la cadena alimentaria en el sector hortofrutícola.
Los representantes de COAG han valorado positivamente la ley y la labor de AICA, pero han señalado que aún queda mucho camino por recorrer para su correcta aplicación y han solicitado un mayor esfuerzo de AICA en este sentido en el sector de frutas y hortalizas. Sin embargo, la organización asume que existe aún un bajo nivel de contratación y un elevado grado de desconocimiento por parte de los productores respecto a los beneficios que puede reportarles a la ley.
un millar de inspecciones para verificar que todas las transacciones que superen los 2.500 euros queden recogidas por escrito
En este sentido, los representantes de COAG han trasladado las problemáticas concretas que afectan a las alhóndigas, a determinadas Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH) que, en la práctica no deberían quedar eximidas de la contratación obligatoria, al comercio mayorista o los plazos de pago. Se ha hecho especial hincapié en el contenido de los contratos y en la falta de opacidad de algunas cláusulas y descuentos no objetivos que afectan al precio.
AICA por su parte ha trasladado que va a realizar un Plan de Control específico para comprobar la formalización de los contratos que contará con más de un millar de inspecciones. La finalidad de esta nueva campaña de inspección es verificar que todas las transacciones comerciales que superen los 2.500 euros queden recogidas por escrito en un contrato alimentario como establece la Ley de la Cadena.
COAG considera que los contratos obligatorios otorgan estabilidad y transparencia a las operaciones de compraventa que se producen entre agricultor y comprador y, en esta línea, ha puesto a disposición de sus asociados distintos contratos tipo para cualquiera de las producciones hortofrutícolas y que se adaptan a las necesidades concretas de cada sector.