La Plataforma Tecnológica de Agricultura Sostenible, en su visión de enfrentarse a los retos del futuro reduciendo el impacto medioambiental de la agricultura, celebra el Día Mundial de la Capa de Ozono, destacando los logros alcanzados hasta la fecha y comprometiéndose a seguir trabajando por la sostenibilidad en la agricultura.
La capa de ozono, situada en la estratosfera con una alta concentración de este gas, es fundamental para la preservación de la vida en la tierra, filtrando la radiación dañina que proviene del sol. En 1986 la investigadora estadounidense Susan Solomon demostró que el ozono estaba siendo destruido por la presencia de Cloro y Bromo en la estratosfera. Estos elementos provenían de los cloroflurocarbonos, conocidos como CFC’s, cuyo uso se prohibió en el Protocolo de Montreal (1987).
Además de los ya conocidos efectos de la desaparición de la capa de ozono en la salud humana y medioambiental, también existen efectos indeseables para la agricultura que afectarían a toda la población al alterar el abastecimiento de alimentos.
La radiación ultravioleta B, filtrada en su mayoría por la capa de ozono, afecta al crecimiento de las plantas disminuyendo la productividad de los cultivos. Además produce un aumento de ceras, fenoles y flavonoides para impedir la penetración de esta radiación, lo que alteraría la cadena trófica, al ser compuestos son antiherbívoros. Esta radiación también afecta en gran medida a las comunidades de microorganismos como hongos y bacterias, que son fundamentales para muchos cultivos, como las leguminosas.
Pero la agricultura no es sólo víctima de la desaparición de la capa de ozono. Como otros muchos sectores y debido al desconocimiento del problema, en el pasado también contribuyó a su deterioro. Con el paso de los años se descubrieron nuevos gases involucrados en la desaparición de la capa de ozono. Gracias a la mejora de los métodos de análisis científico se detectaron algunos fitosanitarios que impactaban negativamente en la capa de ozono y fueron retirados del mercado, como el tetracloruro de carbono o el bromuro de metilo. El sector agrícola asumió su responsabilidad y, tomó difíciles decisiones para el sector, que aseguraban un futuro mejor para todos.
Debido a todas las medidas tomadas desde todos los sectores el agujero de la capa de ozono ha ido reduciendo su tamaño. En 2015 se había reducido aproximadamente 4 millones de kilómetros cuadrados. El compromiso de la sociedad, los gobiernos y las empresas ha sido fundamental para lograrlo y la agricultura mundial demostró estar a la altura del problema reafirmando su compromiso de alimentar a una población creciente sin destruir el planeta.
Agricultura Sostenible está abierta a todos aquellos sectores que compartan su visión sobre el papel que la tecnología juega en la mejora permanente de la sostenibilidad y la eficiencia productiva a lo largo de toda la cadena de valor.