EFE.- La AEMA advierte de que el cambio climático afecta, de una manera u otra, a la economía, las regiones y los ciudadanos de toda Europa, y que el grado de preparación de los países a los cambios previstos depende no solo de sus puntos débiles, sino también de las políticas que apliquen.
En el informe "Adaptación en Europa", presentado hoy en Bruselas, la AEMA expone varios casos de adaptación que ya se han aplicado con éxito en Europa, algunos de ellos en España.
Una de las novedades destacadas es la construcción de una planta desalinizadora en Barcelona, tras una intensa sequía que obligó a la ciudad a importar agua potable por barco.
La desalinización en sí misma no supuso una novedad, pero sí lo hizo el hecho de que la planta -que está completamente operativa desde julio de 2009 y potabiliza 200.000 metros cúbicos al día, proveyendo el 20% del consumo de la ciudad-, buscó técnicas para reducir los efectos negativos de la desalinización sobre el medio ambiente.
Otro de los ejemplos en España se refiere a las modificaciones en el tipo de uva usada para la producción de vino o de las zonas en las que se sitúan los viñedos, que algunas bodegas cambiaron buscando un clima más apropiado que evite los efectos negativos del cambio climático.
El informe también recalca la introducción de nuevas prácticas agrícolas que tengan un impacto positivo a corto plazo, como la plantación de otros cultivos entre las filas de viñas, lo que podría mejorar la retención de hidratación del suelo y evitar su erosión.
Respecto a las buenas prácticas en el apartado de gestión y aplicación de políticas, el informe cita un proyecto paneuropeo de alerta temprana ante incendios forestales, sequías e inundaciones, que resultan cada vez más frecuentes a causa del cambio climático.
Éste incorpora un sistema de alertas y envío de mapas actualizados a las autoridades nacionales por parte de la Comisión Europea, con el fin de advertirles sobre amenazas inminentes a fin de poder preparar a los servicios de protección civil.
La AEMA insistió en la importancia aprovechar las oportunidades que brindan las condiciones físicas, económicas y sociales de los países para adaptarse al cambio climático.
Además, recalcó la importancia de que las medidas que se apliquen para lograr la adaptación a la evolución del clima deben tomarse en paralelo con los esfuerzos contra el aumento de la temperatura global.