EFE.- Así se ha puesto hoy de manifiesto en la visita de los miembros de la comisión de Fomento de la Cámara foral a las obras de recrecimiento del pantano de Yesa, donde los habitantes de 60 viviendas ubicadas en dos urbanizaciones fueron desalojados de forma preventiva hace semanas por los movimientos de terreno detectados.

A petición de los grupos parlamentarios Bildu, Aralar-NaBai e I-E, precisamente los grupos que hoy se han mostrado más críticos con la obra, los parlamentarios han recorrido las obras del embalse y han escuchado las explicaciones de los responsables de la CHE sobre el objeto y alcance de la intervención que, desde primeros de febrero, ha permitido estabilizar la ladera derecha del pantano.

Según una nota del Parlamento foral, el presidente de la CHE, Xavier de Pedro ha señalado que los trabajos continúan a buen ritmo y se desarrollan dentro de los plazos previstos, todo ello para "detener el movimiento, evitar que reaparezca y garantizar la seguridad".

De Pedro ha precisado que han sido las "revisiones" que periódicamente se realizan a la presa las que han permitido "detectar" el deslizamiento, debido al cual se recomendó "adelantar los trabajos" que ya estaban programados.

Así, este movimiento, que "a principios de febrero alcanzó una velocidad máxima no homogénea de hasta 4 centímetros por semana, se ha ralentizado hasta 0,4 centímetros por semana", ha dicho sobre los trabajos, presupuestados en 10 millones y que consisten en una excavación de descarga en la zona superior.

Ha insistido en que los técnicos del Organismo de cuenca continúan con el seguimiento topográfico que permite descubrir cualquier variación en el deslizamiento latente detectado en las laderas del embalse, lo que posibilita "reaccionar rápidamente ante cualquier cambio significativo".

De Pedro ha confirmado que este año, y especialmente el próximo, se dará un impulso definitivo a las obras de recrecimiento del Pantano de Yesa para que estén concluidas, según la programación comprometida por el Ministerio, a finales de 2016.

De Pedro ha reconocido que en torno a la presa "hay un debate político a favor y en contra del recrecimiento. Nosotros, pese a ello, sólo somos responsables de acometer la obra conforme a las normas de seguridad establecidas".

El recrecimiento del embalse de Yesa supone una inversión, según su presupuesto total vigente, de 255 millones de euros, de los que se han invertido 106, además de otros 23,3 en el proyecto de Obras Complementarias y 4,4 en la reposición de la carretera A-1601.

Por su parte, los portavoces de la Comisión de Fomento han valorado de forma dispar las explicaciones del presidente de la CHE y, en lo tocante a los deslizamientos de la ladera que han provocado el desalojo preventivo de viviendas, han insistido en la necesidad de garantizar la "seguridad" de personas y bienes por encima de cualquier otra consideración.

Carlos García Adanero (UPN) ha valorado la "rápida actuación del Gobierno y la CHE para controlar la situación" y ha asegurado que "no hay motivos para el alarmismo" dado el control diario de la seguridad, mientras que Maite Esporrín (PSN) ha instado a mantener la guardia en la "seguridad, algo que con los desalojos y las posteriores labores de corrección se está consiguiendo", una opinión en la que ha coincidido Eloy Villanueva (PPN).

Diferente ha sido la postura de Víctor Rubio (Bildu), quien ha mostrado sus "reservas" sobre la información facilitada, porque "la realidad de los últimos años demuestra que ambas laderas son inestables, lo cual pone en solfa la presunta seguridad de esta obra".

Marisa de Simón (I-E) ha respaldado las actuaciones sobre las viviendas, pero ha insistido en "paralizar las obras de recrecimiento hasta no tener la certidumbre de que los movimientos no se van a reproducir", mientras que Patxi Leuza (Geroa Bai) ha lamentado que no se les hayan dado "grandes explicaciones acerca de los deslizamientos".

×