EFE.- Así lo ha indicado en declaraciones a los periodistas la consejera, Elena Víboras, la tarde del lunes tras mantener un encuentro con el sector en la cooperativa Costa de Huelva, en Lucena del Puerto (Huelva), en el que se ha abordado la problemática actual, precisando que ha sido una propuesta de su propio departamento.

«Se han abierto nuevos mercados, hay países que están produciendo ya una gran cantidad de fresas, como Bélgica, Holanda o Italia, lo que ha motivado que el precio de la fresa de Huelva haya bajado», ha apuntado, considerando que «hemos de adelantarnos a peores situaciones y trabajar para analizar de manera estratégica e integral el futuro y seguir siendo lo que somos», el primer productor europeo de fresas y el cuarto mundial.

Ha destacado «el trabajo importante» que ha realizado el sector en aspectos como el uso eficiente del agua, la innovación, la tecnología, el diseño varietal o con al constitución de Interfresa, es «un sector dinámico y abierto».

Víboras ha indicado que la primera reunión de esta mesa se producirá «lo más pronto posible» una vez se designen los interlocutores por parte del sector y los representantes por parte de la Consejería, habiéndose planteado la posibilidad de que se sienten también miembros del Ifapa.

«Ha de ser análisis global y en conjunto desde lo que es el análisis de las tierras, la producción, la variedad y la climatológica; ya que vamos a trabajar con perspectiva de futuro a 10 o 15 años hagamos algo importante e interesante», ha concluido.

Por su parte, el presidente de Freshuelva e Interfresa, Alberto Garrocho, ha indicado que la situación a la que se asiste actualmente es, en parte, fruto de la «desorganización» del sector, pues «hay mucha gente ofreciendo nuestro producto y poca gente comprando por Europa».

«Tenemos que ser más profesionales y regularnos» ha apuntado, resaltado que «en los últimos años se ha asistido a la entrada diferente inversores de fuera, de otros sectores que han perdido productividad y que la han visto en el sector fresero que son los que están tirando los precios de la fruta por los suelos constantemente».

Garrocho ha indicado que «están haciendo un daño muy grande, los que nos hemos criado bajo una mata somos duros y aguantaremos pase lo que pase pero cada vez se estrechan más los márgenes, se vende por debajo de los costes de producción -unos 75-80 céntimos el kilo-, y «tenemos que dejar de vender cuando es así porque si no nos hundimos».

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