Durante los días 17 y 18 de noviembre, 9 agricultores menores de 40 años de la provincia de Alicante (de uva de mesa, cerezas, cítricos, frutales y agricultura ecológica) tuvimos la ocasión de asistir y participar en el I Congreso de la sectorial “JOVEN” de ASAJA nacional, que se celebró bajo el lema “Avanzando con los Jóvenes” en el recinto ferial de Ciudad Real.
El encuentro reunió a más de 350 agricultores y ganaderos jóvenes provenientes de toda España. El acto fue todo un éxito desde el punto de vista de la oportunidad de establecer en la coyuntura actual (el sector está envejecido en toda Europa al tener uno de cada tres agricultores más de 65 años), una plataforma específica, dedicada propiamente a ellos, a los menores de 40 años, que defienda y represente a los jóvenes no solamente fomentando su incorporación y el relevo generacional, sino también su continuidad y consolidación en el campo, que es sin duda lo más difícil.
La primera conclusión que me llevé del citado congreso es que los agricultores hace tiempo que dejaron de llorar y que el proceso de tránsito del agricultor tradicional al empresario agrícola no solamente ha iniciado el camino de ida, sino que se ha acelerado y no tiene marcha atrás. Los agricultores jóvenes que hoy están instalados en el Sector Primario son un ejemplo de especialización y competencia, profesionalización, una generación preparada que innova, que apuesta y trabaja con las nuevas tecnologías y que posee una ilusión, capacidad de trabajo y unas ganas de emprender activas y poderosas que verdaderamente llaman la atención.
No obstante, también hemos de ser conscientes de que el 90% de los agricultores y ganaderos que se han incorporado al campo lo han hecho porque cuentan con un agricultor mayor que le ha allanado el terreno. Hoy en día, instalarse en este sector es una odisea, las ayudas son mínimas, las que se publican (llevamos 2 años sin Ayudas para la Primera Instalación en la Comunidad Valenciana) se abonan a los tres años y no hay cursos de capacitación agraria. En efecto, el tema de la formación es uno de los contenidos que más hemos escuchado, pues es verdad, hoy la agricultura y la ganadería han cambiado y cualquier persona que se ponga, no puede ser agricultor.
Así, durante el Congreso, me he acordado mucho del centro de capacitación agraria que tenemos en Elche y que a día de hoy, permanece cerrado. En la época de la burbuja inmobiliaria, cuando la gente no quería trabajar en el campo, este centro estaba abierto y ahora que muchas personas desean formarse y quieren explorar una oportunidad económica y de negocio en la agricultura, sus instalaciones permanecen inactivas. ¡No entiendo nada! A muchos políticos se les llena la boca diciendo que la salida a la crisis y el descenso del paro pasan por la formación y que hay que reciclarse en otras actividades, pero amigo, hay un dicho que dice: ‘hechos son amores y no buenas razones’, y la realidad es que no se ponen los medios para que estas proclamas se materialicen y se lleven a cabo. Alguien me podrá decir: “No, en Valencia tenemos centros de capacitación”; sí, pero el de Alicante lo habéis cerrado. Los mejores encargados de fincas y agricultores empresarios de la provincia han salido del centro de capacitación agraria de Elche, que cuenta con instalaciones magnificas, con sus aulas, residencia, fincas de todos los cultivos, excelente profesorado, etc. Poco a poco se está deteriorando, Todo se está yendo al traste y esto es un lujo que no nos podemos permitir, ya que, este tipo de escuelas, han creado excelentes profesionales en el mundo agrario de nuestra provincia, gentes con vocación, talento y que garantizan la permanencia en el sector.
Durante el congreso de ASAJA JOVEN, hemos escuchado, especialmente en la intervención de Doña Begoña Nieto, Directora General de Desarrollo Rural del Ministerio de Agricultura, la mareante cantidad de millones de euros que la UE destina a formación. Y yo me pregunto: ¿No podemos contar con parte de estos fondos para rehabilitar y poner en funcionamiento estas escuelas? Está muy bien la formación continua (los cursos de poda, Agricultura Ecológica, manipulador de plaguicidas…), pero la prioridad es ofertar un programa completo de capacitación agraria y dotar al campo de buenos profesionales. Es necesario invertir en la generación y transferencia del conocimiento, implicándolos en el “know-how” o “saber hacer”, que aportan valor a su actividad y al territorio donde se desarrollan.
No hay que inventar nada, lo tenemos todo. No hay que hacer apenas inversiones, las instalaciones están, pero hay que reaccionar ya. Únicamente hace falta voluntad política para poner en funcionamiento los centros de formación profesional y capacitación. De lo contrario, el relevo generacional se resentirá en la provincia de Alicante y corremos el riesgo de quedarnos detrás, de perder el tren en este camino que se está recorriendo y supondrá la transformación del agricultor tradicional en empresario agrario.