Unas gambas que, lógicamente, han sido peladas previamente con el fin de facilitar la labor para que la fiesta fuese un éxito, además de original, y que se ha celebrado en perfecta coordinación con la llegada de las cero horas del domingo 30 de diciembre.
Se ha tratado de una "iniciativa piloto", como ha señalado García, que, eso sí, está dispuesto a repetir la iniciativa en años posteriores, e incluso situarlo en el calendario local como una actividad más, dada la importancia que el producto tiene en su economía.
La gamba de Isla Cristina, de hecho, es uno de los principales productos pesqueros de la localidad, y forma parte de la producción de una lonja que cuenta con más de 200 embarcaciones, la mayoría de tipo artesanal, dedicadas a las artes de cerco y arrastre.