DICYT.- Un grupo de investigadores del Laboratorio de Física de la Atmósfera de la Facultad de Matemática Astronomía y Física de la UNC colectó 280 muestras de agua de lluvia entre los años 2009 y 2012 para hacer un análisis de los elementos, especialmente de los contaminantes, que pudieran estar presentes en el agua de lluvia. En diálogo con el periódico digital Hoy la Universidad, los investigadores María Laura López, María Lila Asar y Eldo Ávila cuentan los detalles y resultados del trabajo.
¿Cómo fue la recolección de agua de lluvia para analizar?
María Lila Asar (MLA): – Primero hicimos una colecta de toda el agua de lluvia que cae en un evento, esas muestras las llamamos “de lluvias totales” porque es una muestra de todo lo que cayó en un día completo.
Después hicimos una colecta de lluvia secuencial, juntamos por separado en una misma lluvia los primeros 4 milímetros y los siguientes y los siguientes, esas se llaman “muestras secuenciales”, nos permiten ver cómo en la misma lluvia va cambiando la concentración de contaminantes que puede haber en la atmósfera y que son barridos por la lluvia. Tenemos así dos tipos de muestras, un muestreo fue para la lluvia completa y otro para “pedacitos” de lluvias.
En total son 280 muestras tomadas entre septiembre de 2009 y abril del 2012, durante tres períodos estivales de lluvia, en tres puntos de Córdoba, Centro, Arguello y Ciudad Universitaria. Las muestras se filtran y se concentran por evaporación, para luego ser analizadas.
¿Y cómo hicieron el análisis de las muestras?
María Laura López (MLL): – además de los análisis que hacemos aquí, presentamos un proyecto de trabajo al Laboratorio Nacional de Luz Sincrotrón (LNLS) en Campinas, Brasil, explicando la importancia del tema de estudio y accedimos a analizar las muestras en el sincotrón.
La técnica sincrotrón es muy interesante. Un sincrotrón mantiene electrones en movimiento. Mediante campos magnéticos se altera varias veces la trayectoria de los electrones, hasta que terminan circulando en una especie de anillo. La radiación sincrotrón se genera cuando la trayectoria de los electrones es alterada; así se detectan los diferentes elementos.
¿Y qué elementos encontraron?
MLA: Nosotros ya habíamos medido aquí el pH y la conductividad del agua que son medidas básicas y dan una idea de la acidez que tiene el agua. Si en la atmósfera hay gases, que provienen en general de emisiones industriales, esos gases se disuelven en el agua y la hacen ácida.
En nuestra lluvia, el pH en todos los casos se mantiene neutro eso indica que no tenemos “lluvia ácida”, no tenemos problemas de ese tipo. El otro estudio que hicimos fue la conductividad, que era medirle la concentración de sales, la concentración total que está disuelta en el agua de lluvia.
Mayoritariamente lo que encontramos parece ser elementos del suelo: manganeso, titanio, azufre, calcio que están presentes en cantidades normales. Eso va vía viento, el polvo en suspensión muchas veces es capturado por las gotas de lluvia, las gotas se forman sobre esas partículas y las atrapan, igual que pasa con los gases. Por eso la lluvia nos muestra todo lo que hay en la atmósfera de una región.
Y la técnica sincotrón, ¿que les permitió medir?
MLL: – Es el mejor método porque permite detectar concentraciones muy pequeñas de los elementos. Analizamos potasio, calcio, azufre, titanio, vanadio, cromo, manganeso, hierro, cobalto, niquel, cobre y zinc; lo que se vio es todo dentro de lo normal, son concentraciones dentro de los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud para consumo de agua potable, incluso por debajo de esos valores. Además medimos elementos más peligrosos como rubidio, estroncio, selenio, plomo y arsénico y no se encontró nada de eso.
La técnica de fluorescencia de rayos x no permite detectar elementos muy livianos, tales como el fósforo, presentes en los pesticidas, así que estos contaminantes quedaron fuera del análisis.
En la misma lluvia, ¿va cambiando la concentración de los elementos que pudieron medir?
MLA: En los primeros cuatro milímetros se presentan las mayores concentraciones y luego la caída de los valores de concentración es exponencial. La limpieza de la atmósfera que hace la lluvia es muy efectiva.
¿Y hubo diferencias entre las lluvias de 2009 y las actuales?
MLA: – No hubo variación temporal de las lluvias totales y tampoco hubo variación entre las muestras tomadas en el Centro, en Arguello y en Ciudad Universitaria porque el aire se mueve y se homogeniza; la lluvia no es específicamente del lugar donde cae, sino de la región.
Además de constituir una base para futuras investigaciones, ¿cuál es la trascendencia de este análisis?
Eldo Ávila: – Además de poder seguir la evolución de contaminantes en la atmósfera, esta investigación nos va a llevar a estudiar cuáles son las partículas que actúan como nucleantes de gotas en la producción de nubes. Hay emisiones que pueden formar más nucleantes y cambiar el régimen de precipitaciones.
Las partículas que producen mayor nucleación pueden ser las que son producto de la combustión, de la quema de bosques. Entonces aumenta la cantidad de gotas, hay muchas gotas chiquitas y livianas, que no caen. Está muy nublado y no llueve porque las que caen son las gotas más grandes, a las otras se las puede llevar el viento.
En Amazonas se observó este fenómeno y se relacionó las quemas con la sequía. Hay más nubes y llueve menos. Esto no afecta el aumento de temperatura pero sí el régimen de precipitaciones y así se influye en el clima. La trascendencia de este estudio está dada en la posibilidad de estudiar a nivel local factores que influyen en el cambio climático.