En la investigación se estudiarán: la potencialidad del sector, las principales barreras para el desarrollo de las algas y una guía para la "gestión sostenible y buena gobernanza" siguiendo los criterios establecidos por la Unión Europea (UE).
También incluye el diseño de una estrategia de investigación y desarrollo para la obtención de productos de valor añadido a partir de macroalgas.
Históricamente se ha ussado con fines agropecuarios en el abono
Apromar ha subrayado que desde la antigüedad las poblaciones costeras occidentales vienen utilizando las macroalgas marinas con distintos fines agropecuarios en el abono de las tierras de cultivo e incluso como fuente de alimentos y medicinas.
Actualmente su uso más importante es como materias primas para muchas aplicaciones industriales, en particular los alginatos de las algas pardas y los agares y carrageninas de las algas rojas.
También están tomando relevancia en la alimentación, medicina natural, talasoterapia o en la industria farmacéutica.
En cuanto a la acuicultura, las algas -como productores primarios- son un pilar básico en el ecosistema litoral, por lo que es "imprescindible la valoración del grado de presión al que están sometidas sus poblaciones", según Apromar. El proyecto tendrá ocho meses de duración y está cofinanciado por los fondos de la UE y por la Fundación Biodiversidad.