Según Francisco Luque, investigador de la UJA, "por primera vez se describen la mayor parte de genes que tiene el olivo, se identifican y anotan las funciones que tienen, lo que va a servir de herramienta a la comunidad científica para desarrollar aplicaciones concretas para distintos problemas".
Luque explica que este trabajo beneficiará directamente a los diferentes proyectos de mejora genética que se desarrollan en Andalucía, "pues redundará en una mayor eficiencia y una reducción de los costes a la hora de obtener nuevas variedades mejoradas".
Para la realización de trabajo se han estudiado distintos tejidos del olivo en diferentes circunstancias posibles, utilizando frutos, raíces, hojas o semillas, en distintos momentos del desarrollo, tanto del fruto como del árbol, de las variedades picual, arbequina y lechín.
"Solamente hemos detectado los genes que son utilizados por las células en cada tejido y momento del desarrollo analizados", ha indicado el profesor del Departamento de Biología Experimental de la UJA.
La investigación se enmarca en el proyecto Oleagen, iniciado en 2008 y financiado por la Fundación Genoma España, IFAPA y Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), cuyo fin era generar el mapa genético del olivo para conseguir información clave para obtener variedades de olivar que garanticen explotaciones más productivas y rentables, así como aceites de mayor calidad o con características más beneficiosas para la salud.
En el mismo ha participado personal investigador de distintas universidades, centros de investigación y empresas privadas como el profesor Victoriano Valpuesta, coordinador del proyecto, y Carmen Beuzón, que coordina el grupo de la Universidad de Málaga; o Francisco Luque y Carmen García-López, de la UJA, además de miembros del Instituto de la Grasa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); del Instituto Nacional de Bioinformática; del IFAPA y las empresas Sistemas Genómicos SL y Life Sequencing SL.